
El Gobierno de Venezuela ha anunciadouna renovación del decreto de estado de emergencia económica firmado en abril pasado por el presidente, Nicolás Maduro, en respuesta a la guerra comercial desatada por la política arancelaria de EEUU.
A través de Telegram, la presidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, indicó que tras el "éxito" de la aplicación de este decreto, Maduro "ha decidido renovar su contenido para seguir derrotando las sanciones imperiales, preservar el equilibrio económico y garantizar el pleno disfrute de sus derechos al pueblo venezolano".
En la renovación de este decreto de emergencia, publicada en la Gaceta Oficial Extraordinario 6.924, el Ejecutivo considera que persiste "la ofensiva económica en el marco de la guerra comercial contra la República Bolivariana de Venezuela, por parte de potencias extranjeras, en su intención de soliviantar la economía del país y generar distorsiones en el sistema financiero, monetario y fiscal".
Asimismo, establece que el presidente Maduro podrá dictar regulaciones excepcionales y transitorias que "resulten necesarias para restablecer los equilibrios económicos y proteger los derechos de la población".
También podrá "autorizar las contrataciones que fueren necesarias para garantizar a la población el restablecimiento de sus derechos fundamentales", además de suspender la aplicación y cobro de tributos nacionales, estadales y municipales, así como de los trámites administrativos relacionados, "a fin de proteger el aparato productivo nacional".
El mandatario está autorizado para "concentrar en el tesoro nacional la recaudación de las tasas y contribuciones especiales creadas por leyes y redireccionar los recursos disponibles de todos los fondos existentes".
La renovación del decreto, que fue firmado en un primer momento en abril pasado por dos meses, tendrá 60 días de vigencia a partir de este viernes, y podrá ser extendido por un plazo igual.
Venezuela enfrenta una subida de los aranceles del 15% por parte de EE.UU., así como la imposición de gravámenes del 25% a los compradores de su crudo o gas.
Estados Unidos espera que el nuevo esquema de aranceles que aplica desde este jueves a la gran mayoría de sus socios comerciales genere ingresos mensuales en torno a los 50.000 millones de dólares.
El secretario estadounidense de Comercio, Howard Lutnick, dijo que en el mes anterior las arcas del Gobierno recibieron unos 30.000 millones de dólares por los gravámenes anunciados en abril por el presidente, Donald Trump, que impuso entonces tarifas base globales del 10%, junto a otras tasas "recíprocas" que luego pausó hasta su activación este jueves.
A primera hora del jueves entraron en vigor tanto los aranceles acordados con Reino Unido, China, Vietnam, Japón, Filipinas, Indonesia, Unión Europea (UE), Corea del Sur y Pakistán, así como los gravámenes unilateralmente impuestos por Washington a los países con los que no cerró acuerdos, incluidos la India, Suiza, Sudáfrica o Venezuela.