Economía

Bruselas libera el quinto tramo de los Next Generation con un retraso de un año y medio sobre el calendario previsto

  • Recorta 1.100 millones de euros por incumplimiento de tres hitos
  • España tiene seis meses para subsanar la situación y acceder a la financiación
  • El pago está dotado de 23.100 millones, 7.000 en fondos y 16.000 en préstamos
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen
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Ha tardado, pero finalmente España se hace con el quinto pago de fondos Next Generation. La Comisión Europea ha desembolsado este viernes 23.100 millones de euros asociados al quinto tramo del Plan de Recuperación después de recortar 1.100 millones de euros por no cumplir con el impuesto al diésel, la digitalización de las entidades regionales y locales y la temporalidad de los interinos. El pago llega, sin embargo, con un año y medio de retraso pues estaba previsto para el primer semestre del 2024.

Bruselas ha aplicado a España un pago parcial, el mecanismo que utiliza cuando considera que un Gobierno no ha cumplido con todos los hitos y objetivos vinculados a un pago. Ha recortado unos 500 millones de euros por incumplir dos hitos: uno de ellos el impuesto al diésel, vinculado a la reforma fiscal y, el otro, la digitalización de las entidades regionales. España cuenta ahora con seis meses de margen para subsanar ambos hitos y acceder a la financiación congelada.

Por otro lado, Bruselas ha suspendido 627 millones de euros al considerar que el Ejecutivo de Sánchez no ha cumplido con la reforma de los interinos en los servicios públicos. Se trata de un hito del primer pago cuyo importe asociado había sido desembolsado. Sin embargo, al Comisión Europea ha recortado la cuantía del quinto pago al considerar que el hito no se puede dar por completado. De nuevo, España tiene seis meses para subsanar la situación y acceder a la financiación.

España acumula un retraso de un año y medio con respecto al calendario inicial del plan de Recuperación. El quinto pago estaba previsto para el primer semestre del 2024, aunque se solicitó a Bruselas a finales del pasado ejercicio. El Gobierno presentó, al tiempo, varias adendas al plan de Recuperación en las que adelantó hitos y objetivos de subsiguientes pagos, es decir, del sexto, séptimo y octavo desembolso, de tal manera que se adelantó parte de la financiación de estos pagos, tanto fondos como préstamos. Pero también fue retrasando la evaluación de Bruselas.

Los 23.100 millones de euros se corresponden con el cumplimiento de 82 de los 84 hitos que el Ejecutivo comunitario ha considerado que España ha cumplido satisfactoriamente. Se incluyen así 7.000 millones en fondos Next Generation y 16.000 millones en préstamos. El quinto tramo incluye inversiones en energías renovables, reducción de las barreras administrativas para mejorar la conexión a la red eléctrica, inversiones en el tren de corta distancia y mejorar la ciberseguridad de las empresas.

Un detalle sobre este desembolso es que incluye los 130 millones de euros que Bruselas había congelado a España en el cuarto pago, correspondiente con un programa de digitalización para pymes. Se trata de un programa de ayudas a empresas de 24.000 millones que la Comisión Europea consideraba que no habían recibido las solicitudes de financiación requeridas. Para subsanar la situación y acceder a la financiación el Gobierno lanzó el programa Kit Consulting en sustitución del programa Agentes del Cambio.

En cuanto se produjo el visto bueno por parte de Bruselas al quinto pago, con la suspensión de financiación asociada, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo apuntaba que tanto el impuesto al diésel como la digitalización de las administraciones locales y regionales "están cerca de verse cumplidos en su totalidad". Aunque no parece que haya muchos números de que el Gobierno vaya a poder sacar adelante los apoyos para impulsar una nueva fiscalidad para el diésel.

La Comisión Europea puede aplicar un pago parcial a un país cuando considera que no ha cumplido con todos los hitos y objetivos que se habían comprometido en un pago. La cuantía que se recorte depende, realmente, de la relevancia del hito en cuestión y de si se trata de una parte inicial o final de la reforma. Los países cuentan, eso sí, con seis meses para subsanar la situación y acceder a la financiación que había sido congelada. Una ambición que el Gobierno espera cumplir.

Lo que no se podrá cambiar es el deadline fijado para agosto de 2026, el mes límite para que los países soliciten la financiación del plan de salida de la pandemia. Y a España se le acumulan los retrasos y le queda mucho camino por andar. Tiene, actualmente un año, para solicitar la mitad de los pagos programados en el plan de Recuperación. Si bien la adenda adelantaba hitos y objetivos de los subsiguientes pagos, lo cierto es que el Gobierno deberá reestructurar su calendario si quiere cumplir con la promesa de pedir todos los fondos y préstamos Next Generation.

1.100 millones de euros

Es la cuantía que Bruselas recorta del quinto pago. Por un lado, 460 millones por no sacar adelante la reforma del diésel. Otros 40 millones por incumplir con la digitalización de las administraciones regionales y locales. Por último 627 millones por no cumplir con la reforma de la termporalidad de los interinos.

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