Economía

El desprecio de Milei a la ciencia y tecnología hace mella en Argentina: una crisis que no se veía desde 1972

Javier Milei, presidente de Argentina. Foto: Alamy
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El sector de la ciencia y la tecnología sufre una crisis sin precedentes en Argentina por el drástico recorte presupuestario impuesto por el Gobierno de Javier Milei, que obliga a los científicos a abandonar sus investigaciones por falta de recursos y salarios deprimidos.

La prestigiosa comunidad científica de Argentina, galardonada con tres premios Nobel en medicina y química, es hoy uno de los tantos colectivos que se vuelcan a las calles para protestar contra las políticas de ajuste de Milei. Desde que el economista de ultraderecha llegó al Gobierno a finales de 2023, la inversión estatal se desplomó.

Según el Grupo EPC del Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación (CIICTI), la ejecución del Presupuesto nacional destinado a ciencia y tecnología cayó un 30,3% en 2024 y un 25,4% en el primer cuatrimestre de este año.

Un nivel sin precedentes

De acuerdo a los cálculos de este grupo de expertos, se proyecta que la inversión estatal en el sector caiga en 2025 al 0,15 % del PBI, un nivel sin precedentes, aún inferior al 0,17 % del PBI de la crisis económica de 2002 -una de las peores que recuerde Argentina- y muy lejos del máximo del 0,35 % de 2015.

"El diagnóstico es terrible. La situación es muy grave. Es la mayor caída de la inversión en ciencia y tecnología en Argentina desde 1972, cuando se empezó a medir", señaló a EFE Gabriela Dranovsky, codirectora del CIICTI.

La mayor parte de los fondos públicos para ciencia y tecnología se destina a salarios y becas, cuyas cantidades perdieron 34,7 puntos porcentuales desde que Milei llegó al Ejecutivo.

El total de personas que trabajan en el sistema nacional de ciencia y tecnología cayó de 75.051 en diciembre de 2023 a 70.903 en marzo pasado, es decir, que se perdieron 4.148 empleos.

Les tildó de "parásitos"

De ese total, buena parte de la sangría (1.513) corresponde al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), el principal organismo de Argentina dedicado a la ciencia y que funciona desde 1958.

Milei, que eliminó al Ministerio de Ciencia y Tecnología de la estructura gubernamental al asumir la Presidencia, ha hablado varias veces en forma despectiva del Conicet y hasta tildó de "parásitos" a quienes se dedican a las investigaciones en ciencias sociales.

"El Gobierno dice que los trabajadores del sistema científico no somos productivos o estudiamos pavadas"

"El ataque no es solo material sino político y simbólico. El Gobierno dice que los trabajadores del sistema científico no somos productivos o estudiamos pavadas", señaló a EFE Gabriel Bover, delegado sindical en el Conicet.

Bover advirtió que los proyectos de investigación se han quedado sin financiación por lo que muchos quedan truncados, un capital de conocimiento que se pierde. "Hemos perdido casi un 40% del salario desde que asumió Milei. Un investigador promedio tiene problemas para sustentar un alquiler y una cesta básica. Hay que hacer malabares, sumar carga laboral. Hay gente que hasta trabaja de chófer o en un comercio", afirmó.

El Conicet otorga becas de doctorado y luego ofrece la posibilidad de desarrollar la carrera de investigador científico. Formar un científico demanda unos 15 años.

Con bajos salarios y sin financiación para sus proyectos, muchos abandonan la carrera y son escasos los nuevos aspirantes. "Los becarios no continúan con la carrera. Y el sector privado no tiene capacidad para absorberlos. La inversión privada en investigación y desarrollo es muy pequeña y, además, hay cosas que al sector privado no le interesa investigar", observó Dranovsky.

Golpe al desarrollo

La 'motosierra' de Milei afecta no solo al Conicet, sino a casi toda la quincena de organismos del sistema nacional de ciencia y tecnología.

También a empresas públicas del sector tecnológico, como Arsat, dedicada a las telecomunicaciones satelitales y que exporta servicios.

"El Gobierno desfinanció todos los proyectos. Los créditos que teníamos asignados no se ejecutan. Por ejemplo, tenemos que pagar facturas para seguir con la construcción de un satélite, el dinero está asignado, el crédito aprobado, pero el Gobierno no nos deja hacer esos pagos", dijo a EFE Ezequiel Mc Govern, responsable de Innovación IT en Arsat.

Según Mc Govern, algo similar ocurre con la salarios, congelados desde hace meses en una empresa "autosuficiente". "Está claro que lo que quiere el Gobierno es destruir todo lo que nos dio orgullo, todo lo que nos diferencia en Latinoamérica en cuanto al desarrollo", aseveró.

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