
El mercado espera que el BCE baje los tipos en abril y que lleve a cabo cuatro recortes el próximo año de 25 puntos básicos cada uno, lo que impulsaría la actividad. Pero para que esto pueda ocurrir es necesario que prosiga la merma de la inflación. Algo que podría no suceder por culpa de los desmedidos incrementos salariales que se están dando en la eurozona. En concreto, el alza actual de las nóminas alcanza el 4,6% interanual y supera con creces al IPC. Estos incrementos pueden generar los temidos efectos de segunda ronda que cronifican los altos precios, y sobre lo que ha advertido el BCE y el Banco de España en repetidas ocasiones. Urge mayor responsabilidad con las alzas salariales. Sólo así se terminará la pesadilla de la inflación y se podrán recortar los tipos.