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El precio de la gasolina ha sufrido el mayor incremento de los últimos nueve meses en Estados Unidos en el mes de febrero, lo que ha provocado que la inflación suba un 0,4% respecto a enero y un 0,2% en tasa interanual. Estos incrementos, mayores de lo previsto por el mercado, parecen alejar los temores a que la economía caiga en una etapa de deflación. La economía de Estados Unidos por fin da señales de recuperación.
Los analistas consultados por Bloomberg esperaban una inflación mensual del 0,3% e interanual del 0,0%.
El incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) ha estado conducido por la energía, que subió en febrero un 3,3%, con un alza del 8,3% en la gasolina. Los precios de los alimentos, por su parte, cayeron un 0,1%, el primer descenso en los últimos tres años.
La tasa subyacente del IPC, en la que no se incluyen energía y alimentos, se elevó en febrero un 0,2% respecto al mes anterior y la tasa interanual se elevó una décima hasta el 1,8%. En ambos casos el aumento está una décima por encima de las previsiones.
Los incrementos mayores de lo previsto de los precios alejan los temores a que la economía caiga en una etapa de deflación. Esto debería dar a la Reserva Federal (Fed) flexibilidad para continuar adoptando políticas monetarias agresivas que reanimen la economía.
Precios por sectores
Los transporte registraron un aumento mensual de sus precios del 1,9%. Las tarifas de las aerolíneas descendieron, pero los precios de los vehículos nuevos aumentaron un 0,8%, su mayor incremento desde noviembre de 2004.
El componente de vivienda, que representa cerca del 40% del índice general, no registró cambios. Por su parte, los precios de los servicios médicos subieron un 0,3% y los precios de la ropa crecieron un 1,3% respecto de febrero.