La presión sobre el Banco Popular de China (BPC) se está incrementando. La autoridad monetaria podría dejar caer al yuan entre un 10% y un 15% de forma drástica y rápida, ya que la lenta devaluación que está implementando el BPC podría estar haciendo más mal que bien a las finanzas del país, según publica Reuters.
Tal y como publica esta agencia, el BPC ha gastado miles de millones de dólares para comprar yuanes en los últimos meses. Esta estrategia tiene como objetivo mantener el tipo de cambio de la divisa china en un rango estable respecto al dólar.
El BPC ya procedió a devaluar la divisa un 2% en agosto. Después de esta intervención, el yuan perdió otro 2,6% de forma gradual hasta hoy que la cotización ha caído de forma brusca un 0,5% hasta los 6,5646 yuanes por dólar. Y es que esta ha sido la mayor caída con diferencia desde agosto.
Un giro a su político
Según publica Reuters, los asesores del Banco Popular de China estarían aconsejando ahora una devaluación rápida y drástica del yuan. Tras esta decisión deberían aplicarse realizarse controles de capital más estrictos para evitar fugas masivas de capital.
"Debemos permitir que el yuan se deprecie de forma considerable, pero también debemos mantener un argumento de fondo para que esta decisión no tenga un fuerte impacto sobre la economía y no se reproduzca una situación de pánico en el mercado de capitales", ha explicado uno de los economistas más influyentes del Gobierno de China.
Aunque las fuentes consultadas señalan que la devaluación será drástica y rápida, no han querido especificar cuál será el periodo de tiempo en el que se aplicará esta decisión. Según este economista consultado por la agencia, "China necesitaría al menos una depreciación del 10% para que tuviese un efecto notable en las exportaciones".
