
Si 2018 se anticipa un año clave para la economía española y catalana, también lo es para la del Reino Uni- do. A un ejercicio de que se haga efectivo el Brexit, previsto para el 29 de marzo de 2019, las empresas que forman parte de la Cámara de Comercio Británica en España piden más implicación al Gobierno español en las negociaciones por los fuertes lazos económicos que existen entre nuestro país y el Reino Unido, que es la primera economía europea por volumen inversor en España.
La Cámara Británica, que tiene su sede en Barcelona desde hace más de 100 años, además, reclama al próximo Govern catalán que aporte visibilidad sobre sus próximos pasos.
¿Cree que las demandas del sector empresarial se están reflejando en las negociaciones para el Brexit?
De momento, no. Estamos en los inicios de la negociación de los términos comerciales y ya veremos en los próximos meses si se producen cambios. Por ahora, estaríamos viendo un Brexit duro.
¿Piensa que el Gobierno español debería implicarse más?
Pienso que España tiene una gran oportunidad, porque se va de la UE uno de sus grandes poderes y esto deja una plaza libre. Siempre he dado mucha importancia a los muy variados y muchos lazos que tienen España y el Reino Unido. Por ejemplo, en población. En el Reino Unido viven 100.000 residentes españoles y 300.000 británicos lo hacen en España. Además, el Reino Unido aporta 18 millones de turistas. Esto requiere un alto nivel de implicación del Gobierno de España.
¿España es un destino objetivo para las empresas británicas?
En la Cámara preguntamos a nuestros socios por sus planes de futuro y el 70% señala que espera incrementar su negocio en España. El porcentaje de quienes indican que lo hacen para diversificar riesgos por el Brexit, es del 30%. No se trata de deslocalizaciones, sino de exponerse a otros países y España es uno de los más atractivos, con una cifra de consumo interno elevada, una tendencia económica positiva y talento.
¿La inversión de las empresas británicas en Cataluña se ha visto afectada por la inestabilidad política?
Existen empresas internacionales, incluyendo británicas, que tienen la posibilidad de invertir más en Cataluña y que no han tomado la decisión por la incertidumbre. Es cierto que la inestabilidad política es un desincentivo para invertir, pero es un único factor. Las empresas toman de referencia otros, como las infraestructuras o el talento de la región, que existe en Cataluña.
¿Estaban pendientes los inversores del resultado del 21-D?
Las empresas no opinan sobre qué decisión debe tomar una sociedad, pero deben tener visibilidad sobre los riesgos. No digo que un resultado A o B sea decisivo para que Catalunya reciba mucha inversión o poca, pero las empresas quieren entender el futuro. Si la sociedad catalana decide que quiere la independencia, las compañías no van a opinar sobre si tiene razón; lo que quieren saber es en qué consiste. ¿Está dentro de la UE o es otro Catalexit como el Brexit? Si es un Catalexit, ¿nos podremos preparar? ¿Qué será de la divisa? Creo que las empresas que han cambiado de sede social durante los últimos meses lo han hecho por la incertidumbre. No han tomado la decisión porque prefieran estar en otra región, sino porque no sabían qué conllevaba una declaración de independencia (DUI).
Las patronales empresariales piden al nuevo 'Govern' una legislatura de cuatro años para recuperar estabilidad y que las compañías que se han marchado regresen...
No ha sucedido nada que no sea reversible en cuanto a las decisiones adoptadas por las empresas. Si el nuevo Gobierno de la Generalitat ofrece estabilidad, podríamos recuperar la tendencia positiva tras un trimestre plano. Pero si en el medio plazo continuamos con la situación que se ha vivido en los últimos meses, podría perderse talento, porque las personas podrían optar por otros países o regiones de España y no por vivir en Cataluña.