El consejero de Empresa de la Generalitat, Jordi Baiget, ha explicado este martes que la mujer fallecida en Reus (Tarragona) por un incendio y la que se le había cortado la luz formaba parte de una familia "desestructurada" y había rechazado algunas ayudas sociales que se le habían ofrecido.
Lo ha explicado en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo donde Baiget ha empezado su intervención lamentando la muerte y expresando su pésame, y ha recordado que es un caso que llevan los Mossos y la justicia, a los que la Generalitat aportará toda la información que vaya recabando.
Baiget ha explicado que la víctima, por ejemplo, sí recibía una ayuda para pagar el agua, que no constaba que hubiera solicitado una ayuda para pagar la luz a Gas Natural, y que había rechazado otras "ayudas sociales" que el consejero no ha precisado.
Ha afirmado que la fallecida era una persona tratada y vigilada por los servicio sociales desde 2013, que tenía abierto un expediente por su vulnerabilidad social, y que se trataba de "un caso complejo desde el punto de vista de la atención social".
"Le costaba aceptar determinadas ayudas e incluso había llegado a rechazar determinados ayudas de los servicios sociales", ha relatado el consejero, que ha precisado que el 3 de noviembre rechazó recibir los servicios de asistencia domiciliaria. NO VIVÍA SOLA EN EL PISO
Aunque no pidiera ayuda para pagar la luz, Baiget ha insistido en que la ley obliga a las compañías eléctricas a informar previamente a los servicios sociales sobre un eventual corte de luz para conocer si el afectado está en una situación de vulnerabilidad social.
El consejero ha informado que la fallecida no vivía sola en el piso calcinado, sino con una nieta mayor de edad y a veces también con otras personas como el compañero de la nieta y la hija de éste. AYUNTAMIENTO DE REUS
También en rueda de prensa este mismo martes, el Ayuntamiento de Reus ha explicado que los servicios sociales municipales habían estado en contacto con la familia de la anciana desde 2013 por su situación de "vulnerabilidad" y ofreciéndole diversos servicios de ayuda, alguno de los cuales aceptaron y otros no.
La muerte de la mujer de 81 años se produjo la madrugada del lunes en un incendio decretado en su piso del número 14 de la calle Santa Anna, después de que el fuego calcinase el colchón de la habitación donde dormía la víctima, a la que el Sistema de Emergencias Médicas (Sem) intentó reanimar sin éxito.