
Las tensiones se están propagando en el sistema bancario en la sombra, que tiene un tamaño de 15 billones de dólares en China (según las últimas estimaciones de Bloomberg), a medida que los inversores salen huyendo de productos de ahorro que han ayudado a impulsar el apalancamiento hasta niveles muy peligrosos. La situación real de China preocupa al sector financiero, que ve la enorme deuda que acumula el gigante asiático no como un 'cisne negro' imposible de prever, sino como un 'rinoceronte gris' al que todo el mundo ve, pero al que nadie se atreve a acercarse.
Los más afectados son unos 3,8 billones de dólares de los llamados productos de fideicomiso o fiduciarios (trust products), hasta ahora el segmento de banca en la sombra que ha crecido más rápido y que ha sido una forma popular para los constructores inmobiliarios endeudados y los gobiernos locales para recaudar fondos de manos de millones de ciudadanos chinos.
En las últimas semanas, al menos en dos de estos tipos de productos se han visto obligados a retrasar los pagos a medida que el mercado comenzó a congelarse, por lo que es más difícil refinanciar emisiones que vencen con otras nuevas.
"Por un lado, los prestatarios con problemas de liquidez luchan por refinanciar y, por otro, los inversores ricos en efectivo no saben dónde colocar su dinero por temor a meterse en problemas", explica James Yang, gerente de ventas de Shanghai Xiangyi Asset Management.
El Gobierno vigila de cerca
China ha redoblado los esfuerzos para reducir el apalancamiento en el sistema financiero después de que el presidente Xi Jinping consolidara su poder en el congreso clave del partido el año pasado. Las autoridades emitieron una ola de regulaciones en las últimas semanas para limitar la banca en la sombra, lo que se suma a cerca de 30 nuevas normativas publicadas desde marzo, cuando el gobierno intensificó su campaña de desapalancamiento.
Después de la reciente ofensiva, las instituciones financieras ya no quieren actuar como intermediarios entre prestatarios e inversores, asegura Yang, y añadió que es el peor comienzo de año para desde que empezó a comercializar los productos hace cuatro ejercicios.
Una resolución de finales de diciembre de la Comisión Reguladora de la Banca de China ha desalentado a los bancos a recomendar a sus clientes que inviertan en productos de fideicomiso.
Retrasos en los pagos
Las tensiones salieron a la luz la semana pasada. Zhongrong International Trust Co. retrasó más de 900 millones de yuanes (US$141 millones) en pagos de dos productos de fideicomiso que se emitieron para financiar a un prestatario local en el suroeste de China, dijeron en ese momento personas familiarizadas con el asunto. Zhongjiang Trust también retrasó el pago, de acuerdo con los medios locales.
Ambos fueron pagados días más tarde, según un comunicado y un informe de los medios. Pero esas demoras también están socavando la confianza de los depositantes que finalmente pueden estar recibiendo el mensaje de que el gobierno no siempre intervendrá. Esa llamada garantía implícita ha permitido que prestatarios menos solventes recauden dinero, apuntalando una serie de productos de banca en la sombra.
"Las viejas formas de cumplir con las garantías implícitas sobre productos de gestión de activos ha desaparecido", asegura Lu Zhengwei, economista jefe en Shanghái de Industrial Bank.
Uno de los cambios de mayor alcance anunciado el año pasado fue un plan para alinear los rendimientos con los riesgos y retornos de los productos subyacentes (en muchos casos proceden del sector de la construcción), en lugar de ofrecer garantías. China quiere introducir gradualmente el cambio para mediados del próximo año.
Muchos de estos productos, como los famosos WMP se venden por igual a inversores minoristas (hogares) que mayoristas (sector bancario). Son instrumentos que suelen tener rentabilidades fijas, por encima del tipo de interés de los depósitos... aunque no están garantizados, los inversores asumen la existencia de garantías implícitas por parte de los bancos, y estos, a su vez, asumen garantías implícitas del Gobierno, unas garantías que están desapareciendo.
Mercado de fideicomiso
El impacto es más evidente en el mercado de fideicomiso, donde solo se han emitido 229 nuevos productos en lo que va del año, frente a los 666 del mismo período de 2017, según el proveedor de datos de la industria Use Trust. Ese es el inicio más lento de un año desde 2011, lo que aumenta la posibilidad de que más prestatarios puedan tener dificultades con los pagos oportunos en caso de que la emisión se mantenga deprimida.
Debido a sus pobres perfiles de crédito, las empresas y entidades gubernamentales locales que utilizan el mercado de fideicomiso para recaudar fondos tienen pocas posibilidades de obtener préstamos u otros tipos de financiación bancarias, especialmente cuando las entidades crediticias están restringiendo el crédito debido a la campaña de desapalancamiento.
Predicción de incumplimientos
El analista de China Merchants Bank, Li Liuyang, ha asegurado que espera ver uno o dos incumplimientos de alto perfil este año que pondrán en evidencia que la garantía implícita para los productos de banca en la sombra ha desaparecido.
Sin duda, hasta ahora, los incumplimientos han sido excepcionales en la industria fiduciaria y los emisores por lo general encuentran una manera de pagar a los depositantes a través de nuevas emisiones u otros medios. Los incumplimientos de los productos de gestión de patrimonio, que tienden a invertir sus ganancias en mercados de bonos o monetarios, han sido aún más inusuales.
Aunque es probable que la volatilidad del mercado aumente a medida que se agota la financiación de la banca en la sombra, las autoridades chinas intervendrán si es necesario, por ejemplo con inyecciones de liquidez por parte del banco central para allanar las operaciones del mercado, según Wang Tao, analista de UBS para China.
En el pasado, los productos vendidos por las firmas de valores cubrían parcialmente el vacío dejado por la los productos de fideicomiso. Pero ahora el gobierno parece decidido a frenar el riesgo financiero y los reguladores de las industrias de banca, seguros y valores están coordinando su plan para no dejar vacíos.
"Hemos visto todo tipo de restricciones en el pasado, pero siempre terminaban con la aparición de un canal de financiación más encubierto", comenta Yang en Shanghai Xiangyi Asset. "Esta vez es diferente".