Banca y finanzas

El Popular pierde 3.485 millones, tras provisionar más de 5.600 millones

Los activos improductivos suben hasta 35.600 millones tras una reclasificación.

Tanto el consejero delegado, Pedro Larena, como el presidente, Ángel Ron, consideraron ayer que tras los saneamientos extraordinarios acometidos a cierre de ejercicio el banco queda listo para una nueva etapa, que deberá pilotar a partir del día 20 Emilio Saracho.

El banco, para empezar por el final, pierde 3.485 millones de euros (4.888 millones antes de impuestos), las pérdidas más abultadas cosechadas en la historia del Popular. Detrás de los números rojos está la necesidad de elevar las coberturas de los activos improductivos (inmuebles y créditos dudosos), el talón de Aquiles del banco y foco de la mayoría de sus males, y también las provisiones por cláusulas suelo, costear el ajuste de oficinas y personal, el cambio fiscal y alguna otra sorpresa negativa, como las pérdidas de Targo Bank, la entidad que comparte con su socio Credit Mutuel.

La entidad ha destinado 5.692 millones a esta labor, en vez de los 4.700 millones inicialmente previstos, aunque no ha alcanzado la meta impuesta hace meses en cuanto a cobertura de inmuebles y dudosos. La razón expuesta es que al hilo de la nueva circular del Banco de España, que modifica los requerimientos de provisiones, se ha adoptado un ejercicio de prudencia contable con la reclasificación a dudosos de activos que llevan a que el volumen final de losa activos tóxicos crezca hasta 35.675 millones, mientras el año arrancó con 33.624 millones.

Así, queda escondido el esfuerzo desinversor de la entidad durante el año, que alcanzó los 2.023 millones de euros en inmuebles, cifra algo inferior a los 2.109 millones del año anterior.

El objetivo de alcanzar una cobertura del 60 por ciento en dudosos se reduce a 52,3 por ciento, mientras en inmuebles se llega al 38,9 por ciento en vez del 40 por ciento previsto. Esto supone un aumento de 10 puntos en dudosos y de 3 puntos en inmuebles que lo acerca a la media del sector.

Además de los 5.254 millones destinados a provisionar los activos improductivos, el banco ha destinado 270 millones a las cláusulas suelo y otros 169 millones al fondo de comercio de Targo Bank.

Esta entidad, de la que el Popular conserva el 49 por ciento, ha provocado otro pequeño agujero en sus cuentas, al tener que restar 70 millones por sus pérdidas.

Otro impacto negativo ha sido los efectos de la reciente reforma fiscal, que detraen 47 millones. El coste del ajuste se ha llevado otros 370 millones y hay que anotar aún otros 107 millones por la reestructuración de la cartera de renta fija. Sin embargo, y en ello confían los gestores del Popular, algunos de estos gastos extraordinarios están asociados a ingresos futuros. Así, los ahorros de la reducción de oficinas y plantilla alcanzará los 200 millones anuales, mientras la operación en la cartera de renta fija podrá incrementar el margen de intereses en 60 millones anuales.

La clave y también la prioridad, según señaló Ron, es aumentar la rentabilidad del banco. El negocio rentable del Popular, destacaron, registró unos beneficios de 998 millones de euros, con un ROE del 16 por ciento, ganancia de cuota en créditos y depósitos y una mejora del margen de intereses en el último trimestre del año.

Por el lado de las desinversiones, seguirá con el objetivo de acelerar la venta de activos improductivos, cuyo proyecto estrella, Sunrise, por el que debe desconsolidar 6.000 millones, aún está pendiente de la aprobación de los reguladores.

La bolsa acogió los resultados con caídas del 7,43 por ciento al cierre de la sesión, que dejaron los títulos del Popular en 0,872 euros.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky