
La futura inmobiliaria que creará el Popular y que será independiente del banco, tanto en la gestión como en su accionariado, llevará incorporada una cláusula para blindar la retribución que recibirá el banco por la deuda subordinada.
Según afirman fuentes del mercado, esa radical separación de la entidad financiera de la inmobiliaria cotizada hace factible que en un futuro cambie de manos a través de una opa. En ese caso, nada impediría a los nuevos dueños que revisaran la retribución que asigna a la deuda, por lo que los intereses del Popular se verían perjudicados.
Para curarse en salud y evitar que se pueda dar esta situación, el banco, según estas mismas fuentes, introducirá una cláusula por la que se evita esta revisión.
Popular creará esta firma, con previsión de que cotice en bolsa, aportando en el activo inmuebles por valor de unos 6.000 millones de euros brutos. Por el pasivo, el banco aportará capital, comprará una emisión de deuda subordinada y también se pondrán en circulación bonos senior.
La entidad prevé repartir los títulos de la inmobiliaria entre sus accionistas de forma gratuita, y colocar al frente de la inmobiliaria gestores de reconocido prestigio en el sector y sin vinculación alguna con el banco.
Aún no ha trascendido qué porcentaje del pasivo representará el capital, la deuda subordinada y los bonos. En todo caso, y para tener la garantía que en ninguna circunstancia la inmobiliaria vuelva al control del banco, el volumen de deuda subordinada nunca alcanzará el porcentaje por el cual el Popular tuviera que consolidar la firma en el caso de que la deuda subordinada se convirtiera en acciones.
El banco ya tiene prácticamente identificados los activos que se traspasarán a la inmobiliaria y sobre ellos no se tiene previsto realizar provisiones adicionales, es decir, se pasarán con las que están constituidas en el momento en que se cierre la operación.
El banco destinará este año unos 4.400 millones a subir las provisiones en sus activos improductivos, además de destinar otros 375 millones al coste de ajustar entre 2.900 y 3.000 empleos.
Esta subida en dotaciones fue el principal motivo de la pasada ampliación de capital de junio, para poder subir del nivel actual de cobertura del 35% hasta el 50%, un porcentaje similar al que presenta la media del sector financiero, y poder acelerar la desinversión de los activos improductivos y ganar rentabilidad
Según fuentes solventes, el banco alcanzará este nivel de cobertura en el conjunto de los activos improductivos, pero no en sus dos principales categorías. Así, las provisiones en activos inmobiliarios se situará a final de año alrededor del 40%, mientras los créditos dudosos tendrán una cobertura del 60%.
El valor contable bruto de los activos inmobiliarios adjudicados del Popular alcanzaba los 16.132 millones de euros a final de 2015, sobre los que tiene constituidas provisiones por 6.011 millones de euros, lo que supone una cobertura aproximada del 37%.
En cuanto a los créditos dudosos relacionados con la financiación al sector constructor e inmobiliario, el Popular, según datos de cierre de año, tiene 15.892 millones de euros brutos. La cobertura específica para estos préstamos es de 3.958 millones. Si se cuenta el valor de las garantías asociadas, el exceso de valor del crédito es de 6.343 millones. Sin contar estas garantías la cobertura sobre dudosos es del 25%.
El nuevo plan estratégico del Popular pasa, entre otras metas, por bajar los activos improductivos en balance en 15.000 millones de euros a final de 2018, un recorte del 45%.