Banca y finanzas

El Bundesbank insiste: "Comprar deuda soberana implica mayor riesgo moral"

Jens Weidmann, presidente del Bundesbank

El Bundesbank ha publicado hoy en su web, coincidiendo con la intervención de Draghi, un discurso de su presidente Jens Weidmann, en el que éste asegura que la compra de deuda soberana por parte del BCE alberga un riesgo moral considerable y que su efectividad no está probada. Estas declaraciones efectuadas por el alemán la semana pasada chocan frontalmente con la intervención del presidente del BCE en el Parlamento Europeo, en la que Mario Draghi ha admitido que la institución monetaria puede comenzar a comprar deuda soberana si la eurozona lo necesita.

El presidente del Bundesbank argumenta que "la compra de deuda soberana podría crear nuevos incentivos para que los países se endeuden más, además de retrasar las reformas estructurales en varios países".

Weidmann afirmó que la efectividad de la compra de deuda soberana por parte de la máxima institución monetaria dependen de la situación y del contexto de la misma. El banquero alemán cree que no se pueden comparar los programas implementados en el Reino Unido o EEUU para sacar conclusiones de lo que ocurriría en la eurozona.

Riesgo moral

"La compra de deuda soberana implica mayor riesgo moral, además de ser cuestionable desde un punto de vista legal y jurídico", ha señalado Jens Weidmann. Y es que los países que se vieran beneficiados por esta 'monetización del déficit' podrían relajarse y endeudarse aún más de lo que ya lo están.

El riesgo moral es un término usado para describir una situación en la que un agente económico, sea cual sea, asume un riesgo muy elevado porque tiene la seguridad de que otros soportarán las pérdidas que puedan producirse en esa situación. Weidmann considera que la compra de deuda soberana por parte del BCE puede desembocar en una especie de 'gasto sin control' por parte de los países beneficiados por esta medida.

Weidmann aprovechó la oportunidad para volver a rechazar la idea que concede a Alemania una posición de ventaja para incrementar su gasto e inversión, y así estimular la economía europea: "No existe en la eurozona una política fiscal única, no hay predisposición en varios países miembros para entregar parte de sus competencias fiscales. Además, el mayor gasto de Alemania ayudaría de forma insignificante a los países periféricos de la eurozona", explicó el banquero jefe del Bundesbank.

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