
En uno de los meses más complicados en la presidencia del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi ha decidido recuperar el discurso de Super Mario, el superhéroe del euro. Sus palabras medidas han sido clavadas a las de julio de 2012, cuando el euro enfrentaba a su momento más complicado, al borde de la ruptura.
Sus frases de hoy en el Parlamento Europeo suenan a las intervenciones de julio que iniciaron el fin de la crisis de deuda de la eurozona: el BCE "hará lo que sea necesario" y "el euro es irreversible".
El momento al que se enfrenta Draghi como presidente del BCE vuelve a ser muy complicado. Italia ha caído en recesión, Alemania se ha salvado por una décima y todo ello con el agravante del fantasma de la deflación amenazando en el horizonte. Por si todo esto fuese poco, la entidad se encuentra en un momento de fuertes luchas internas entre el ala más ortodoxa, liderada por Alemania, y el ala más agresiva, con los países periféricos y Francia a la cabeza.
No hay coincidencias
Las palabras escogidas hoy por Draghi no son coincidencia. Super Mario pronunció su célebre "haré todo lo que sea necesario para salvar el euro y, créanme, será suficiente" el 26 de julio de 2012 en unas conferencias con inversores en la presentación de los Juegos Olímpicos de Londres.
Un mes después aprobaría su "programa más exitoso", como lo definiría posteriormente el propio presidente del BCE. Este programa, conocido como OMT (Outright Monetary Transactions) consistía en una herramienta de compra de bonos soberanos en el mercado secundario de los países que pidieran un rescate a la troika.
Dos años después, estas palabras podrían volver ser la antesala de un nuevo programa de compra de bonos soberanos. Los líderes de la entidad ya han empezado a discutir esta medida, y han recordado que se encuentra dentro de ese abanico del "lo que sea necesario" y el propio Draghi ha reconocido hoy que la entidad podría comprar deuda de los Estados miembro.
No solo eso, una encuesta a economistas de casas de análisis elaborada por Bloomberg muestra cómo un 57% cree que la entidad incorporará un programa de compra de bonos soberanos en su próximo paquete de estímulos. De este modo, los mercados empiezan ya a descontar unas políticas que crearán un gran malestar entre algunos miembros del Consejo de Gobierno.
No solo eso, el discurso de Draghi incluye una nueva frase mágica para conseguir la confianza de los inversores: unanimidad. En la última reunión de la entidad no se cansó en recordar que todas las medidas adoptadas han sido por unanimidad, incluso la decisión de "adoptar medidas no convencionales si es necesario". Un nuevo discurso con el que Super Mario quiere recuperar la confianza de Alemania.