
La empresa, que cumple este año su 30 aniversario, ha cerrado el año 2016 con una facturación de más de 48 millones de euros y un beneficio antes de impuestos de alrededor de tres millones de euros. Unas cifras que crecerán este año hasta los 86 millones de euros de facturación y los más de diez millones de beneficios antes de impuestos. La compañía, que ha ejecutado el 40% de su plan estratégico en cuanto a desarrollo de viviendas, continúa con su proceso de adaptación e innovación dentro del que se marca nuevos objetivos y retos como conseguir que el 100% de los edificios sean Passivhaus.
Grupo Lobe sigue creciendo. La empresa ha cerrado el ejercicio de 2016 con una facturación de 48.388.248 euros y un beneficio antes de impuestos de 3.691.944 euros, según ha explicado Juan Carlos Bandrés, director general de Grupo Lobe, en la convención anual, que la empresa ha celebrado en Zaragoza.
Unas cifras que suponen un giro "en las cuentas a nivel de grupo porque hemos renunciado a hacer de constructores, siempre que no se nos vincule como un colaborador. Hemos crecido por definir nuestra estructura" y "por renunciar parcialmente a hacer de constructor" para convertirse en una empresa de servicios completos.
Las previsiones en 2017 son también favorables para la empresa, que prevé alcanzar una facturación de 86.181.840 euros y un beneficio antes de impuestos de 10.450.000 euros.
En dos ejercicios (los ciclos económicos de las edificaciones abarcan dos años), se habrá facturado más de 130 millones de euros y se habrá generado un beneficio antes de impuestos de alrededor de 14 millones de euros.
Grupo Lobe también continuará ejecutando su plan estratégico 2016-2020 dentro del que se contempla la construcción de 2.700 viviendas y alcanzar un volumen de venta de 500 millones de euros.
Un plan que la empresa completó en 2016 con "un 7% más de los resultados sobre los objetivos planteados", aunque en 2017 "queríamos que fuera mejor, pero se dan las condiciones para que, a fin de año, tener un campo de acción de 1.700 viviendas", de manera que se prevé cumplir el 100% de los objetivos marcados en 2016 y 2017.
De momento, Grupo Lobe tiene 1.078 unidades en producción -contando las construidas y en desarrollo-, lo que supone el 40% del plan estratégico, que se localizan en Zaragoza, Madrid y Valencia, que son las principales zonas en las que Grupo Lobe está trabajando y que quiere consolidar. Estas viviendas suponen una facturación de 245.017.00 euros, que representa el 47% del volumen contemplado en dicho plan.
Grupo Lobe tiene previsto iniciar nuevas promociones como, por ejemplo, en Arcosur donde prevé edificar alrededor de 300 viviendas, además de estar trabajando en Miralbueno, Puerto Venecia y en Montecanal-Valdespartera, zona esta última en la que está el edificio 'Scenia', que será el primero de Aragón con certificación Passivhauss.
Precisamente, las viviendas Passivhauss son una de las principales apuestas de la empresa. "No es el futuro. El futuro es la calidad y Passivhaus es un elemento. El objetivo es que el 100% de nuestro producto sea Passivhaus".
El crecimiento económico ha tenido traslación en el empleo. La compañía cuenta en la actualidad con una plantilla de alrededor de 100 personas.
Nuevos retos
Además de la certificación Passivhaus, Grupo Lobe también sigue apostando por innovar y por adaptarse a los nuevos tiempos dentro del sector de la construcción en el que "los deberes no se han hecho. Si no haces los deberes, sigues suspendido porque no ofreces al cliente un producto atractivo".
"Hay un nivel de excitación en cuanto al nivel del suelo", cuyo precio ha crecido en torno al 10%. Sin embargo, los precios de la vivienda no pueden crecer demasiado porque las personas no tienen recursos para hacerle frente".
En los próximos tres años, "la competitividad que se va a producir es importante. Hay que ofrecer calidad" en producto, distribución... y "producir un nuevo tipo de vivienda que sea atractiva y puesta en precio. El sector ha pasado de que le compren a vender".
"Nosotros ya hemos hecho los deberes". De hecho, la compañía apostó en 2009 por la innovación, que "es un camino que no se agota nunca. Adaptarse es el gran reto. Si no nos adaptamos, pasaremos dificultades. Se necesita pasión y ambición. Si las ponemos, triunfaremos y, si no, nos desbordaremos y nos comerán. Es nuestro objetivo a conseguir y lo conseguiremos".
Aniversario
En la convención anual también se ha realizado un repaso por la historia de Grupo Lobe con motivo de la celebración en 2017 de los 30 años del nacimiento de la compañía.
Un período en el que la empresa ha pasado por diferentes etapas desde que comenzase su actividad de la mano de tres socios en el año 1987 y con una facturación de 368.000 euros que, diez años más tarde, se elevó a 7 millones de euros.
En su trayectoria también destaca una segunda etapa hasta el año 2007 en la que el escenario económico y la burbuja inmobiliaria arrastró a la compañía, que decidió comenzar un nuevo rumbo para dejar de ser una empresa constructora en su sentido tradicional para convertirse en una empresa de servicios completos en los que la calidad es el principal estandarte.
Una apuesta con la que en el período comprendido entre 2008 y 2016 se ha dado un salto cualitativo. En los últimos nueve años, Grupo Lobe ha aumentado sus fondos propios en un 60% para dotarse de la capacidad necesaria para afrontar nuevos proyectos y adaptarse a la nueva situación, además de "crecer en un escario difícil para el sector".
Entre los últimos hitos de la empresa destacan también la creación de la oficina técnica, formada por 35 personas, y el proyecto Globe, puesto en marcha por Grupo Lobe e Hiberus Tecnología, que se basa en una herramienta para mejorar la productividad y competitividad en el sector de la construcción e impulsar su industrialización para dar el salto a la Construcción 4.0.