
El grupo constructor andaluz Azvi ha logrado, tras año y medio, cerrar un acuerdo de refinanciación de su pasivo de 200 millones con sus principales acreedores. La firma se produjo en diciembre con Santander, BBVA, Bankia, Caixabank, Sabadell, Popular y Bankinter. El nuevo plazo de vencimiento de la deuda es de cinco años. Casi la mitad del pasivo corresponde a líneas de circulante para pagar a proveedores.
elEconomista ya adelantó tanto el inicio de las negociaciones para la refinanciación, en julio de 2013, como la reducción del pasivo en un tercio a cierre de ese año (últimas cifras disponibles, ya que la empresa no ha contestado a las cuestiones planteadas por este diario).
Azvi, controlada por la familia sevillana Contreras, se suma así a la otra gran constructora andaluza, Sando, propiedad de la familia malagueña Sánchez Manzano, que también reestructuró su pasivo justo dos años antes, en diciembre de 2012. Las negociaciones de Azvi con la banca se han prolongado sustancialmente más de lo previsto, según fuentes conocedoras del proceso, lo que ha dificultado o incluso impedido la financiación de la compañía mientras no se cerrara esa reestructuración. El inicio de las conversaciones vino motivado por las tensiones que vivió Azvi como consecuencia del retraso en el cobro y los impagos en proyectos con administraciones públicas.
Ahora, la empresa que preside Manuel Contreras logra oxígeno para aprovechar aún más las oportunidades en el mercado exterior, donde se ha volcado en estos años de crisis. Sus positivos resultados en Chile o México no han evitado sin embargo que el volumen de negocio cayera en 2013 por tercer año seguido, hasta 314 millones, un 3 por ciento menos interanual.
La empresa sevillana, no obstante, se ha mantenido en rentabilidad y tiene en su cartera de concesiones en el exterior, por 2.400 millones a cierre de 2013. El último logro internacional fue la adjudicación, en alianza con otras empresas, de 4.000 kilómetros de telepeajes en México.
Azvi ha remitido el acuerdo de refinanciación a los juzgados de lo Mercantil de Sevilla, que tendrán que validarlo tras la reforma de la Ley Concursal. Algo seguro tras haber rubricado el pacto casi el cien por cien de los acreedores.