Los grandes partidos han aumentado su agresividad hacia las formaciones pequeñas, señal inequívoca de que empiezan a hacerles daño. El partido X ya se presentó en Málaga. Ahora le ha tocado el turno a Vox, la formación de centro-derecha liderada por Alejo Vidal-Quadras. Ambos tienen como objetivo captar parte de esos cuatro millones de votantes que fluctúan en todas las elecciones y otorgan las victorias al PP o al PSOE.
El cabeza de lista a las elecciones europeas del próximo 25 de mayo estuvo arropado por unas 200 personas, entre otras por el coordinador provincial, Pedro José Rico de la Rosa, hijo del exdiputado en el Congreso por AP en la legislatura 82-86, José Rico Jiménez.
Otra de las plataformas elegidas por Vox para difundir su programa electoral fue la Tertulia del Congreso, que presenta el periodista Vicente Almenara. Rico desgranó ante una concurrida audiencia algunas propuestas de su formación política como la democratización interna de los partidos políticos por ley, la despolitización de la justicia, la reforma territorial, la firmeza contra los nacionalismos y la defensa de la vida.
Entre los contertulios se encontraba Luis Portero, hijo del fiscal jefe del TSJA, Luis Portero García, asesinado en Granada en 2000 por ETA. Antes de que estallaran los casos Gürtel y Bárcenas, el abogado malagueño pidió investigar las cuentas provinciales del PP. Por este hecho fue duramente criticado y sólo encontró reproches en su partido.
Portero, decepcionado con la política de Rajoy como muchos españoles, piensa que hay que devolver el poder a los ciudadanos como en la época de la Transición y el único camino posible a seguir pasa por una necesaria coalición electoral entre Vox, Ciudadanos, UPyD y otras formaciones de centro derecha o centro izquierda. Esta alianza sería como las que suelen hacer para las elecciones europeas los nacionalistas gallegos, vasco y catalanes, que les permite seguir siendo ellos mismos y mantener la autonomía de sus formaciones políticas.