El delegado de UGT en el Puerto de Málaga, Juan Antonio Triviño, lleva más de una semana en huelga de hambre con el objetivo de forzar al presidente de la Autoridad Portuaria, el veterano dirigente socialista Paulino Plata, a que reponga los contratos laborales de tres de sus compañeros. Mal asunto cuando se recurre a una huelga de hambre para solucionar un conflicto laboral.
Este órdago de Triviño con la ayuda de los trabajadores al exconsejero de Agricultura y Pesca, Turismo y Cultura no parece que vaya a surtir efecto. Plata fue muy claro en una entrevista con elEconomista al señalar que no podía readmitir a los trabajadores porque estaría incumpliendo la ley.
Triviño, sindicalista comprometido con los derechos laborales y sociales de los trabajadores, lleva 182 días encerrados en la sala de juntas del Puerto. Su vida, marcada por la lucha y el trabajo, nada tiene que ver con sus compañeros de UGT implicados en el caso ERE de Andalucía.
El Puerto de Málaga ha tenido tres presidentes en un año, siete imputados en el Juzgado de Instrucción número 5, un director cesado por destapar la corrupción, 180 trabajadores afectados por un ERE que pretende llevar a cabo el presidente de la Autoridad Portuaria, 114 camiones tirando escombros al mar, 182 días de encierro, 5.600.000 euros de pérdida patrimonial por presunta corrupción y 452.000 euros adjudicados a varias constructoras.
El delegado sindical de UGT cuenta lo que otros quieren tapar: la corrupción, el despilfarro, las facturas manipuladas, las irregularidades en los muelles malagueños. Ahora denuncia que el Puerto de Málaga lleva ocho años sin publicar las cuentas anuales en el Boletín Oficial del Estado. Al parecer, es el único Puerto del Estado de Interés General que no publica sus cuentas.
El titular del Juzgado de Instrucción número cinco de Málaga ya tiene una denuncia sobre su mesa y cuanto antes se practiquen las diligencias que permitan saber si se han cometido irregulares en el Puerto malagueño, mejor.
Malaga y Marbella ¿primera en salir de la crisis?
