Andalucía

La CEA multiplica sus pérdidas por 6 y el auditor alerta sobre su futuro

  • Comercializará sus espacios en la sede de Sevilla y cobrará por hacer lobby.
  • Herrero elude toda responsabilidad por los graves problemas de la CEA.
Santiago Herrero, presidente de la CEA. Foto: Fernando Ruso

La patronal andaluza CEA acumula números rojos de 12,4 millones en 2012, desde los 2,1 de 2011. Impagos de cuotas y programas de formación, costes de reestructuración de personal e insuficiente reducción de gastos explican la debacle.

La situación económica de la CEA se ha agravado hasta limites insospechados y ha provocado que el auditor de sus cuentas de 2012 haya incluido una salvedad en la que alerta de lo que considera una "incertidumbre significativa" sobre el futuro de la organización de no producirse cambios organizacionales. Las pérdidas de 12,4 millones registradas en 2012, seis veces más que los 2,1 del año anterior, dejan a la patronal en una situación muy delicada. En total, en los tres últimos años (2010-2012) los números rojos ascienden a casi 15 millones (14,6 exactamente).

El presidente, Santiago Herrero, logró aprobar tanto la cuentas anuales de 2012 (que recogen un desplome de los ingresos del 90 por ciento como ha adelantado elEconomista), como el presupuesto para 2013 "a la coreana" como viene siendo habitual. Sin votos en contra y sin intervenciones discrepantes de las decenas de empresarios asistentes. Se recogen en ellas reducciones en los gastos de todas las partidas, incluida la de personal (-11 por ciento), acometidas el pasado año.

El coste de reestructuración de la plantilla tras el despido el pasado enero de 14 personas que estaban en un ERTE durante 2012 ha ascendido a 1,1 millones. En la CEA trabajan 85 personas y la dirección prevé despedir a la mitad de ellas en un ERE en cuanto tenga capacidad financiera pagar las indemnizaciones.

Ese coste, unido a impagos en contratos de formación, de cuotas de empresas y del propio déficit entre ingresos reales y gastos ejecutados ha derivado en esos números rojos estratosféricos. Triplican, de hecho, el presupuesto ejecutado efectivamente en 2012, que fue de 3,9 millones.

Herrero anunció también, ante la llamada de atención del auditor, que la actividad de la patronal se diversificará hacia nuevos segmentos de actividad para lograr ingresos. El plan para rehipotecar la sede  de la patronal en Sevilla que el presidente anunció en la asamblea de hace un año ha fracasado. Con él se preveía obtener hasta 20 millones. Sin embargo, el presidente reveló que una empresa externa ha elaborado un plan de viabilidad que asegura el futuro de la patronal. A renglón seguido, avanzó reestructuraciones de personal y de medios a futuro, sin concretarlas.

En este nuevo diseño esbozado por Herrero, la CEA mantendrá, primero, su función tradicional como patronal. Pero a ello añadirá una labor de comercialización de sus espacios en la citada sede para lograr ingresos, "sin perjudicar a los socios actuales" que ya los usan, precisó. Y, en tercer lugar, aseguró que cobrará unas determinadas tarifas por ejercer su papel de lobby ante administraciones.

Elusión de toda responsabilidad

Con todo ello, tratará de salvar el ejercicio económico en curso, para el que se preve contar con un presupuesto de 3,1 millones, de los que 1,26 millones corresponden a personal.

"No se trata de que haya habido una mala gestión del modelo", se excusó el presidente, "sino que necesitamos un cambio de modelo". En este último sentido se explican las nuevas actividades propuestas.

No obstante, Herrero trató de justificar la abultada plantilla y estructura de costes de la patronal por las sucesivas competencias que han ido recayendo en las organizaciones empresariales en las últimas décadas; echó balones fuera, aludiendo a que es un proyecto heredado del anterior presidente (Rafael Álvarez Colunga, fallecido en 2008), ante las protestas de los propietarios de viviendas de VPO que una fundación de la CEA promueve y aún no ha entregado y que se concentrarn ante la sede de la patronal; y eludió cualquier responsabilidad personal en la crisis de imageny reputación de las patronales (incluida la propia CEA), aludiendo al caso de Díaz Ferrán (contra el que compitió sin éxito por presidir la CEOE). En definitiva, nada de lo que ocurre en la CEA pareció ser responsabilidad ni de su presidente ni de su equipo directivo a tenor de las palabras de Herrero.

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