
La fotovoltaica malagueña se uniría así a la valenciana Siliken, que lo presentó en enero. Suma 110 millones de pasivo financiero, comercial y con administraciones, y su patrimonio neto es de 79 millones.
Isofotón ha pasado en unos meses de firmar acuerdos para el patrocinio de equipos de Fórmula 1 o fichar a la exsecretaria de Estado de Cambio Climático con el último gobierno del PSOE, Teresa Ribera, al abismo del concurso. Una decena de proveedores, encabezados por la firma Lamaignere propiedad del presidente de la Cámara de Comercio de Sevilla, Francisco Herrero, prevé instar la situación concursal de la firma malagueña, que les adeuda dos millones. Ambas partes estaban negociando ayer, tras haber incumplido Isofotón los planes de pago que ella misma ha propuesto. Martínez-Echevarría, el despacho de abogados malagueño, gestiona la solicitud de los proveedores.
Se trataría de la tercera gran crisis de la compañía fundada en 1981, tras la que acabó dejándola en manos de la Junta en los 90, y la que culminó con la salida -con denuncia judicial de por medio- del exdirector general José Luis Manzano después de dejar un agujero de 150 millones en 2008. Tras la compra de la empresa por Affirma, empresa de Ángel Luis Serrano a la sazón presidente de Isofotón, en 2010, vuelve a encarar graves tensiones.
Deudas
Siliken, el fabricante fotovoltaico valenciano, ya presentó concurso el pasado día 15 de enero. A ello se unen los problemas del conjunto del sector solar español.
En total, según las últimas cifras disponibles de 2011, la compañía adeudaba 52 millones a largo plazo (incluidos 30 millones con Caixabank, BMN y Unicaja) y acumulaba otras deudas con proveedores y administraciones por 56,3 millones. Su patrimonio neto era, en paralelo, de 79 millones. En 2012, según fuentes de la empresa, no ha habido grandes oscilaciones en estas cifras del balance. La empresa ha recibido 30 millones en ayudas, la mayoría de la Junta de Andalucía, desde la llegada de Affirma.
Isofotón está auditada por PwC, que tanto en 2010 como -más tamizadamente tras publicarlo elEconomista- en 2011, expresó dudas sobre la solidez del balance de la empresa para seguir operando a futuro sin el cumplimiento estricto del plan de negocio. La empresa logró beneficios en 2010, por primera vez desde 2006, y 2011, y preveía seguir en positivo en 2012. Sus ingresos en 2011 se redujeron un 13 por ciento, hasta 106 millones.