El Festival de Cine Español de Málaga, que ha sido recientemente clausurado, ha registrado este año cifras históricas. La décimoquinta edición ha producido en la ciudad un importante impacto económico en sectores productivos y de servicios.
La contratación por parte del Festival de empresas profesionales y personal temporal ha supuesto 437.000 euros, mientras que la contratación de servicios para la producción (galas, módulos, carpas, audiovisuales, etc.) alcanzó los 402.000 euros; los servicios hoteleros y de restauración, 290.000 euros, y la comunicación e imagen, otros 76.500 euros.
Todo ello significa que la gestión presupuestaria desarrollada por el ayuntamiento -el concejal de Cultura, Damian Caneda, cuenta con una amplia experiencia en el ámbito empresarial- ha supuesto para la ciudad un impacto económico cifrado en 1.205.000 euros.
A esto se añade el flujo económico adicional generado por el público y los rodajes que se han realizado para promocionar la ciudad, a través de la Málaga Film Office, que dirige Rocío Verdes. El último acontecimiento que se llevó a cabo fue el cásting para participar en la película Un lugar al sol, de la productora responsable de Millenium.
El Festival ha tenido también un significativo incremento en la recaudación de taquilla, que ha pasado de los 65.860 euros ingresados en 2011 a los 80.275 euros logrados en 2012, lo que representa una diferencia de 14.415 euros y un incremento comparativo de un 22 por ciento.
El certamen ha contado con 62.000 espectadores y las películas programadas han sido 157, con un total de 225 proyecciones, de las cuales 55 tuvieron su aforo agotado.
Termino esta tribuna por donde otros comienzan la suya. Con los ganadores. Los niños salvajes, de Patricia Ferreira, se lleva cuatro Biznagas de Oro; y Carmina o Revienta, el estreno como director del actor Paco León, tres galardones. Por todo este beneficioso balance en medio de la crisis y más cosas, Málaga es una ciudad de cine, que nos hace soñar y disfrutar.