Terrorismo

Zapatero: "Con Txeroki en manos de la Justicia se están salvando vidas"

A las 3:30 de la madrugada caía el jefe del aparato militar de la banda terrorista ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki, en los Altos Pirineos franceses, en el suroeste del país junto a la etarra Leire López Zurutuza. Las autoridades españolas y francesas han coordinado la operación en la que aún trabajan registrando el piso de los detenidos. Los dos etarras podrían ser trasladados a Bayona una vez se finalicen los registros. Por su parte, el presidente del Gobierno ha querido dejar claro que "Txeroki esté en manos de la Justicia significa que se están salvando vidas". Consulte el vídeo de la detención en el interior de la noticia.

Agentes de la policía francesa y la Guardia Civil han irrumpido pasadas las 3.30 en un inmueble de la calle Richelieu, cerca de la estación de esquí de Cauterets -a unos 30 kilómetros de Lourdes- en cuyo interior se encontraban desde hace días los dos presuntos terroristas. Txeroki y su compañera estaban dormidos e iban armados en el momento de su detención. La operación continúa abierta y, según fuentes de la investigación, los registros se prolongarán durante la madrugada. Ambos han sido arrestados bajo mandato de la juez encargada de los asuntos de ETA en Francia, Laurence Le Vert.

En el registro del piso, las fuerzas de seguridad han encontrado armas, dos ordenadores y documentos falsos, varios lápices de memoria, mapas de las zonas de Biarritz y Anglet (en el país vascofrancés), junto con algo más de 3.000 euros, una peluca, una gorra blanca y unas gafas de sol.

La etarra, López Zurutuza

Leire López Zurutuza logró huir de la operación que permitió en marzo de 2007 la desarticulación del comando 'Urederra' y en la que fueron detenidos el 'liberado' José Angel Lerin y varios 'legales' que guardaban un arsenal de armas y explosivos. Una decena de ellos pudo escapar de la Justicia, pero no consiguieron ingresar en la estructura de ETA al otro lado de la frontera.

No fue el caso de López Zurutuza, ni de Joseba Mikel Olza Puñal y Ugaitz Astiz Arangoa, estos dos últimos, detenidos el pasado 12 de noviembre. Los tres eran considerados miembros de la estructura actual etarra. La fotografía de López Zurutuza aparece a la derecha de la de Joseba Mikel Olza desde el 29 de julio del año pasado, cuando Interior distribuyó 5.500 carteles con las imágenes de etarras que podrían haber entrado en España para atentar. 

Colaboración entre estados

La ministra de Interior francesa, Michèle Alliot-Marie ha trasladado sus "más calurosas felicitaciones" al conjunto de funcionarios de Policía de la Subdirección Antiterrorista y de la Dirección Central de Información de su país, explica en el comunicado que la detención de Txeroki, el terrorista más buscado por las fuerzas y cuerpos de seguridad de Estado, "ilustra una vez más la excelente colaboración" entre Francia y España "en la lucha contra el terrorismo vasco". Alliot-Marie subraya "el compromiso decidido de los servicios de policía y de gendarmería franceses".

Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', nació el 6 de julio de 1973 en Bilbao. Curtido en la 'kale borroka' durante los últimos años de los noventa se 'estrenó' en ETA incorporándose al 'comando Olaia', que se mantuvo activo en la provincia de Vizcaya entre noviembre de 2001 y septiembre de 2002. A pesar de los pocos meses transcurridos, ese comando es responsable de varias acciones terroristas, entre ellas el asesinato del juez José María Lidón y el atentado contra Eduardo Madina. Se sospecha que él fue el terrorista que descerrajó varios disparos contra el magistrado.

"Estaba ubicado desde hacía varios días, y había circulado cerca del lugar desde algunos días. Verificamos para tener la certeza de su presencia y la decisión de pasar a la actión fue adoptada ayer", precisó Alliot Marie.

Ascenso a la cúpula militar de ETA

En mayo de 2002, dejó precipitadamente el bar del círculo radical en el que trabajaba, ubicado en el Casco Viejo de Bilbao, y en el país vecino comenzó su rápida ascensión hacia la cúpula militar de ETA. Con su huida también abandonó sus estudios de Educación Física y a su novia, una atractiva joven de procedencia más acomodada que la suya, Amaia Urizar de Paz, detenida con posterioridad por dirigir la red de captación en la provincia de Vizcaya.

Cuando un fiscal de la Audiencia Nacional la preguntó años después quién le había dado la orden de poner en marcha aquella estructura, ella respondió: 'Txeroki'. Al insistirle el fiscal si éste era en realidad Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, ella, desafiante, se limitó a contestar: "Será".

Adiestrado por Soledad Iparraguirre, 'Anboto', la jefa etarra compañera sentimental el jefe del aparato político, Mikel Albizu, 'Antza', pronto se puso a las órdenes directas del entonces responsable de la estructura militar de la banda en ese momento, Gorka Palacios. Este fue detenido al año siguiente, lo que propició el ascenso de 'Txeroki'.

Golpes policiales a la banda

Aquella era una época en la que los golpes policiales lograban descabezar las cúpulas de los distintos aparatos con frecuencia. Con 'Txeroki' llegó la obsesión por la seguridad al aparato militar y el intento de blindaje de éste. Frente a la histórica distribución en el seno de la banda, el aparato militar pasó a dotarse de su propia logística, que le aprovisiona de armas, explosivos y refugio, lo que evita contacto con otras estructuras etarras, limitándose así las posibilidades de ser infiltrada por las Fuerzas de Seguridad.

Pronto se fue identificando a 'Txeroki' con una nueva generación de etarras, caracterizada por su escasa preparación -la debilidad de la banda impedía un concienzudo adiestramiento de sus nuevos activistas-, un deficiente bagaje intelectual y un extremismo orientado siempre al empleo de la violencia como único método para conseguir los fines de autodeterminación e independencia.

El mito de Txeroki

Sin embargo, el 'mito' de 'Txeroki' se fue apagando de forma inversa a los éxitos policiales contra ETA. Uno de sus encargos fue el de asesinar al Rey y lo hizo a un antiguo conocido, Javier Pérez Aldunate, al que entregó un rifle de mira telescópica con el que difícilmente se podía alcanzar una distancia prudente para realizar con éxito el atentado. A Pérez Aldunate se le incautó una carta de 'Txeroki' en el que éste le instaba a "poner patas arriba a un enemigo uniformado" y decía que para mantener alta la moral de la banda había que "dar caña".

Posteriormente, los Servicios de Información fueron rebajando su ascendente dentro del aparato militar y de jefe lo 'degradaron' a responsable de los comandos. Esta actividad de 'Txeroki' quedó acreditada sobradamente en varios golpes policiales ocurridos en los estertores del 'proceso de paz' y posteriores. Los detenidos, caso de Iker Aguirre en Portbou o Aritz Arginzoniz en Santander, explicaban cómo su última reunión antes de cruzar la frontera se producía con Aspiazu Rubina, que les entregaba armas, dinero e instrucciones.

Atentado de Barajas

El atentado con más repercusión de los que encargó 'Txeroki' fue el que puso punto y final de hecho al 'proceso de paz' y que costó la vida a dos nacionales ecuatorianos en el aparcamiento de la T-4 de Barajas el 30 de diciembre de 2006. Un año después, el día de Reyes de 2008, la Guardia Civil detuvo a Igor Portu y Mattin Sarasola, dos de los integrantes del 'comando Elurra' (nieve, en euskera) autor de aquella acción terrorista.

Con la detención de estos dos terroristas y la de sus otros dos compañeros 19 días después en San Juan de Luz quedaba completamente desarticulado el comando más efectivo de 'Txeroki', un grupo compuesto por 'legales' y sin antecedentes a salvo de las pesquisas policiales.

Txeroki acudía a la frontera de Francia para citarse con este comando, al igual que hizo con el último comando Navarra, con el que Aspiazu Rubina se citó en una casa de Hendaya para impartirle un curso de armas y explosivos. Una vez más, Txeroki sorteaba por poco la acción policial, ya que el comando estaba siendo controlado.

Pero de aquel encuentro entre Aurken Sola, Xabier Rey y el jefe militar de la banda surgió un dato muy revelador. Según declararon ambos a la Policía, 'Txeroki' les confesó que él era el autor material del doble crimen de Capbreton, por el cual ETA rompió la consigna de no atentar en suelo francés.

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