Terrorismo

Así pide perdón un terrorista arrepentido: ETA frente a sus víctimas

Tras décadas de atentados con muertos, heridos y detenciones, algunos terroristas de ETA y sus víctimas están llegando a cierto acercamiento. Etarras arrepentidos han decidido pedir perdón a las víctimas por las acciones de la banda armada y para ello están manteniendo encuentros discretos, tal y como refleja un reportaje del canal TV3 de Cataluña emitido este domingo.

El documental recoge el testimonio del exactivista de ETA Iñaki Rekarte y del hijo de Juan Manuel García Cordero, que fue asesinado por los terroristas en 1980 de un tiro en la nuca. El programa explora, de la mano de los propios protagonistas, por qué unos necesitan pedir perdón y los demás entender lo sucedido o perdonar después de que la banda anunciase el fin de su actividad en octubre de 2011. Es el caso de Iñaki García Arrizabalaga, el hijo de García Cordero. Su padre trabajaba como delegado de Telefónica en Guipúzcoa cuando le secuestraron y le mataron.

García Arrizabalaga explica en el reportaje el proceso de aceptación mental por el que tuvo que pasar antes de reunirse con un etarra que había cometido delitos de sangre. "Dudaba si ir o no, si estaría faltando a la memoria de mi padre y a la de las víctimas del terrorismo y, con todos esos temores del mundo, al final le hice más caso a mi corazón que a mi cabeza y dije, tengo que ir", relata García Arrizabalaga.

Fruto de esa experiencia, el ahora hombre cree que para algunos etarras "ser detenidos supuso incluso una liberación" para escapar de una vida de clandestinidad. "Yo tenía la sensación de que para él venir a esta reunión era más duro y costoso que para mi", subraya. Además, cuenta como preguntó al extarra si miró a los ojos a su padre antes de matarlo. "Son incapaces de hacerlo".

Del tiro en la nuca al coche bomba

El otro protagonista del reportaje El perdón es Iñaki Rekarte, uno de los autores de un atentado con coche bomba en Santander en 1992 en el que murieron tres peatones. Rekarte explica la reunión que tuvo con la viuda de un hombre asesinado por la banda terrorista, su pasado como etarra y su proceso de ruptura. "A veces pensaba, un día tienes que ir y pedir perdón, pero lo piensas así en abstracto y lo vas dejando pasar", asegura nada más comenzar el reportaje.

"Tienes un listado de muchos objetivos. Conocer, no conoces a nadie. El encargo era venir, hacer todo lo que pudieras... las palabras exactas eran: vosotros matad todo lo que podáis", según este exetarra.

"Fui (a la entrevista con una víctima) sin pensar, muy nervioso, pero con ganas", explica ante las cámaras Rekarte, que en otro momento reflexiona sobre su atentado en Santander: "Tu aportación es que has matado a tres personas que no sabes ni quiénes son, en medio de Santander". "Lo echamos a cara a cruz, cual de los dos pegaba el tiro", asegura Rekarte.

Rekarte también detalla cómo ETA analizó al día siguiente con los autores del atentado los "fallos técnicos" que habían cometido. Después de 20 años de reclusión, Rekarte ahora se beneficia del tercer grado y sólo está obligado a pernoctar en la cárcel de Martutene.

Nanclares como epicentro

La iniciativa de encontrarse con víctimas del terrorismo surgió de los mismos reclusos de ETA encerrados en el centro penitenciario de Nanclares de Oca. Muchos están allí y tienen algún beneficio penitenciario precisamente por haber roto con ETA y haberse arrepentido de los atentados.

La Oficina de Víctimas del Terrorismo, de la mano de Txema Urkijo, históricamente involucrado en iniciativas de paz en Euskadi, cogió el testigo de la propuesta nacida en Nanclares para poder hacerla realidad.

Según el canal autonómico, hasta ahora se han hecho once reuniones, cuatro de ellas con ex terroristas que rinden cuentas de sus atentados directamente ante los familiares de las víctimas que ellos causaron.

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