La Audiencia de Guipúzcoa ha condenado hoy por torturas a cuatro de los quince guardias civiles que fueron juzgados en San Sebastián por torturar a los etarras que volaron la T-4 de Barajas, Igor Portu y Mattin Sarasola.
La sentencia emitida hoy por la Sección Primera de la Audiencia guipuzcoana condena a un cabo a penas que suman cuatro años y medio de cárcel y a 8 días de localización permanente.
Asimismo impone dos años y medio a otro de los agentes, y condena a dos años y ocho días de localización permanente a los dos restantes.
El texto judicial absuelve al resto de agentes de guardias que fueron juzgados. Aunque la acusación particular ha solicitado penas para los 15 imputados que iban de los 6 a los 17 años de cárcel.
Los guardiaciviles durante la primera jornada de juicio se negaron a responder a la acusación, contestando tan solo a las preguntas que efectuaron el fiscal y la defensa ya que el abogado del Estado no intervino.
Según el relato del sargento que estaba al cargo del Grupo de Acción Rápida y de los otros agentes, los etarras detenidos intentaron huir. "Hubo una violencia desmesurada por parte suya", aseguró el alto mando para justificar el forcejeo que supuestamente habría causado las lesiones en los detenidos.
Según contaron los agentes Sarasola se resistió hasta caer derribado en el suelo. Los agentes negaron repetidas veces que hubiesen maltratado o presenciado este tipo de actuación.También negaron que hubiesen encapuchado y tapado la cabeza para torturarles y amenazarles de muerte.
El fiscal, mientras, insistió en preguntarles a los acusados por los rostros heridos de Portu y Sarasola. Ninguno de los acusados afirmaron apreciar estos daños.
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