
Marcos Baghdatis es un hombre sin fronteras. En el circuito, su sonrisa perenne y su carácter afable le abren cualquier puerta. Cae bien. Con ese aire distraído, sin afeitar y con su eterna coleta va de torneo en torneo recorriendo el mundo entero. Claro que lo suyo se veía venir. Marcos es una ensalada de nacionalidades, filias y fobias.
Hijo de una grecochipriota y un libanés, siempre se ha considerado chipriota? y griego. Y esa combinación lleva una coletilla intrínseca: anti turco. Incluso hace años se hizo público un vídeo en el que agitaba una bengala y cantaba a pleno pulmón ?turcos fuera de Chipre?. Pero política aparte, Baghdatis es todo un héroe nacional no sólo en Chipre o en Grecia, sino también en Australia. No en vano, Melbourne es conocida como ?la tercera ciudad griega?, porque sólo Atenas y Salónica superan sus 200.000 griegos y grecochipriotas.
?El amigo de todos, griegos, chipriotas y australianos: Melbourne se derrite ante el encanto de Marcos?, titularon los periódicos de la isla en 2006. Baghdatis había llegado a la final del 1º Grande del año con sólo 20 años y después de eliminar a 3 Top Ten como Roddick, Ljubicic y Nalbandián. Su foto inundó todas las portadas del país y la locura llegó a tal punto, que incluso un restaurante de Melbourne creó su propio plato personalizado: el ?Suovlaki Baghdatis?, hecho con cordero, pollo, lechuga, tomate y cebolla, y acompañado por una salsa especial. Y para locura la de Chipre, donde los colegios cerraron para que los niños pudiesen ver a su ídolo ganando esa semifinal ante Nalbandián.