Apenas 24 horas después de que España haya levantado su cuarta ensaladera, la disputa por acoger el debú de los nuevos campeones ha comenzado. Varias ciudades ansían albergar la primera ronda ante Suiza al nada despreciable precio de medio millon de euros.
La eliminatoria se jugará en pleno mes de marzo, lo que hace preveer que el buen tiempo se convertirá en el principal reclamo para albergar los enfrentamientos frente a los Federer y compañía. El buen tiempo y la altura de la sede.
Los tenistas españoles prefieren siempre ciudades cercanas al mar, ya que, a menor altura, más lenta bota la pelota favoreciendo, así, las características del juego de los nuestros. Con estos ingredientes presentes, las candidatas ya se perfilan en el horizonte: Marbella, Santa Cruz de Tenerife e incluso Málaga, amén de Santander o Valencia.
Lucha en la que el canon que deben pagar estas ciudades se convertirá en un factor muy a tener en cuenta. Hasta medio millón de euros podría tener que desembolsar el consistorio designado. Esa fue la cantidad que Benidorm pagó en la pasada eliminatoria frente a Serbia.
El recargo, aunque elevado en pleno tiempos de crisis, se considera una suculenta inversión. Un ejemplo cercano: la Federación Internacional de Tenis cifró en casi 21 millones de euros los beneficios que lograría Barcelona por la final albergada este fin de semana.
La duda que queda pendiente es saber si Madrid intentará albergar de nuevo esta u otras eliminatorias futuras. La capital de España fue la principal interesada en otros enfrentamientos para celebrar este tipo de duelos.
Sin embargo, el tropiezo olímpico unido al alto endeudamiento del consistorio madrileño hacen que sea muy improbable esta posible candidatura.