
El funeral por los cinco chicos fallecidos en el accidente de un minibus cerca de Castuera se ha celebrado este sábado en el polideportivo de Monterrubio de la Serena (Badajoz), localidad de la que eran las víctimas. El espacio se ha quedado pequeño para la gran afluencia. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha asistido al sepelio en representación del Gobierno. "Hoy es un día de luto en toda España", ha dicho.
El polideportivo municipal de Monterrubio de la Serena (Badajoz) se ha quedado pequeño para recibir a las miles de personas que han acudido este sábado al funeral por los cinco jóvenes fallecidos en el accidente de minibús del pasado jueves cerca de Castuera.
Unas 2.000 personas dentro del polideportivo municipal y otras tantas en los exteriores han dado el ultimo adiós a estos cinco jóvenes de entre 12 y 15 años que dejaron su vida en la carretera.
Muchos jóvenes de la edad de los fallecidos, entre los que estaban algunos de los heridos en este mismo accidente, visiblemente afectados, han acudido a este funeral, en el que Cruz Roja ha atendido a varias personas por crisis de ansiedad o lipotimias.
Al funeral también ha asistido el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, y el presidente del Parlamento autonómico, Fernando Manzano, así como todos los miembros del Consejo de Gobierno y representantes de los partidos políticos y los agentes sociales y económicos de la región.
En declaraciones a los medios de comunicación, el ministro del Interior ha destacado que hoy es una "jornada de dolor para toda España", que ha sentido como suya esta desgracia. "Hoy es un día de luto, no solo en Monterrubio y en Extremadura, sino en toda España".
Visita a las familias
Germán López, el delegado del Gobierno en Extremadura, ha explicado horas antes sobre la situación de las familias que están "muy apenados" pero con "una súper educación y una súper cortesía impresionante", al tiempo que ha añadido que ha visitado a cada familia "uno a uno" y que está "admirado de la fortaleza" y de "cómo están llevando eso", así como que "son todos una piña".
Del mismo modo y preguntado por si le han trasladado alguna reclamación o queja, ha incidido en que no le han dicho "absolutamente ninguna queja" y que, al contrario, le han transmitido que Monterrubio de la Serena es un pueblo pequeño y que quienes viajaban en el microbús accidentado "la mayoría eran amigos e incluso iban dos hermanos, que uno de ellos ha fallecido y el otro está en el hospital, otros eran primos".
Sobre el estado de los heridos ha valorado que "han evolucionado muy bien" y que según las últimas informaciones que maneja "todo evoluciona bien" y "no" hay que "pensar que esto pueda desencadenar ninguna otra víctima ni muchísimo menos".