La titular del Juzgado de Instrucción número dos de Ávila ha acordado este lunes libertad provisional, comunicada y sin fianza para el conductor del autobús que ha sufrido un accidente en Tornadizos (Ávila) en el que nueve pasajeros han muerto y otras 22 personas han resultado heridas. Dos de los heridos en el accidente del autobús siguen en la UCI
La juez ha acordado como medida cautelar la prohibición de conducir vehículos a motor mientras dure la tramitación de la causa y ha establecido la obligación de comparecencias quincenales los días 1 y 15 de cada mes.
En los próximos días, la juez continuará con la investigación de los hechos llamando a declarar a otros testigos y examinando diferentes pruebas, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León.
Asimismo, una vez realizado por los forenses la identificación de las nueve personas fallecidas en el accidente, el juzgado está autorizando la recepción de los cadáveres a las familias.
El conductor del autobús, identificado como R.G.F., ha prestado declaración en dependencias de la Guardia Civil de Ávila en el marco de las investigaciones abiertas por nueve posibles delitos de homicidio imprudente. El siniestro se produjo sobre las 8.40 horas cuando el autobús, con 16 años de antigüedad y con todos los permisos en regla, se salió de la vía en el kilómetro 123 de la N-403, a la altura de la citada localidad abulense por causas que están siendo investigadas, aunque en un principio se ha barajado un posible exceso de velocidad. A consecuencia del impacto perdieron la vida nueve de los viajeros mientras que otros 22 resultaron heridos.
"Yo tenía que ser uno de ellos"
Según el regidor, R.G.S., que es vecino del pueblo (282 habitantes) del que partió la ruta del autocar accidentado a las 7.15 horas, llevaba en torno a tres años conduciendo autobuses, tras una larga experiencia vinculada a la conducción de camiones de gran tonelaje en Guadalajara.
Tras ser puesto ayer en libertad provisional, comunicada y sin cargos por parte de la juez que instruye el caso, Carlos Cayuela pudo hablar con el conductor, de 54 años, que estaba "destrozado" y que dice que "se quiere morir".
Según el alcalde de Serranillos, el conductor, que resultó ileso, "no sabía lo que había pasado", pero tras lo ocurrido trató de rescatar con sus propias manos a algunos de los fallecidos y heridos mientras señalaba: "Yo tenía que ser uno de ellos".