Este 2020, el Burj Khalifa ha cumplido una década como el rascacielos más alto del mundo. Inaugurado el 4 de enero de 2010, los 828 metros de largo de esta torré desbancaron a la torre Taipei 101 (de 508 metros), en Taiwán, como el edificio más alto. Sin embargo, poco más le va a durar este título, pues dos grandes proyectos inmobiliarios esperan levantar torres de más de un kilómetro de largo. Es el caso de la Dubai Creek Tower, del español Santiago Calatrava, y la Torre Jeddah, en la ciudad de Yeda, Arabia Saudí.

Los 10 años del Burj Khalifa

El Burj Khalifa cuenta con lujosas residencias, oficinas y también instalaciones de ocio y bienestar, como la experiencia At the Top, Burj Khalifa SKY, que ofrece una vista 360 grados de la ciudad y es considerada como la plataforma de observación más alta con terraza exterior del planeta. Además, en el piso 122 se encuentra el restaurante de alta cocina At.Mosphere, el más alto del mundo, donde degustar exquisitos platos mientras se disfruta de la sorprendente panorámica.

La flor del desierto Hymenocallis sirvió de inspiración para la construcción de esta súper estructura que honra a la ciudad con su extraordinaria unión de arte, ingeniería y meticulosa artesanía. El Council On Tall Buildings and Urban Habitat la ha descrito como un 'icono global', un reconocimiento que se otorga solo una vez cada 10 o 15 años.

La edificación de los más de 200 pisos duró tan sólo 1.325 días. Los trabajos de excavación se iniciaron en enero de 2004 y en total se utilizaron 330.000 metros cúbicos de hormigón, 39.000 toneladas de armadura de acero, 103.000 metros cuadrados de vidrio y 15.500 metros cuadrados de acero inoxidable gofrado para levantarlo.

El lirio de Calatrava

Está previsto que este 2020 finalicen las obras de la torre Dubai Creek, un proyecto del arquitecto Santiago Calatrava de 1.300 metros de altura que comenzó en 2016. Se trata de un diseño, explica el propio estudio de arquitectura, que está influenciado por las formas naturales del lirio y evoca la forma de un minarete, una característica arquitectónica distintiva en la cultura islámica. "El diseño del edificio está inspirado en la tradición islámica, evocando la misma historia que trajo al mundo la Alhambra y la Mezquita de Córdoba", aseguró Santiago Calatrava en la presentación del proyecto.

Este proyecto arquitectónico no solo busca ser el edificio más alto del mundo, sino que pretende ser la imagen destacada del nuevo barrio del puerto de Dubai. "(Este edificio) también posicionará al puerto de Dubai como una de las atracciones residenciales, de ocio y turísticas más deseadas, proporcionando a los turistas y residentes un entorno moderno, lujoso y sostenible en el que vivir, trabajar, aprender y entretenerse", aseguran desde la empresa promotora del proyecto, Emaar Properties.

Así, el edificio contará con numerosas plataformas de observación con vistas de 360 grados de la ciudad, como el jardín de observación VIP que recrea el esplendor de los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. La estructura también proporciona un faro de luz por la noche, con una iluminación que enfatizará el diseño floral del edificio.

Más allá del diseño, el proyecto de Calatrava también contempla un enfoque sostenible: la torre utilizará un sistema de enfriamiento altamente eficiente y el agua recolectada de este sistema limpiará la fachada de la estructura. 

La torre Jeddah

2021 es la fecha prevista para inauguración de al Torre Jeddah, en la ciudad de Yeda, Arabia Suadi. En principio, esta torre iba a ser más alta que el edificio de Calatrava, pues alcanzaría más de 1.600 metros de longitud proyectados. Sin embargo, el edificio ha tenido que conformarse con alcanzar, por problemas técnicos, los 1.000 metros de longitud. 

Diseñada por el estudio de arquitectura AS + GG, este rascacielos evoca un manojo de hojas que brotan del suelo y pretende ser un "catalizador para un mayor desarrollo a su alrededor", explica el estudio. Además, al igual que la propuesta de Calatrava, el proyecto presenta una gran sensibilidad por lo sostenible y contará, por ejemplo, con un sistema de pared exterior de alto rendimiento que minimizará el consumo de energía al reducir las cargas térmicas. Además, cada uno de los tres lados de la Torre Jeddah presenta una serie de muescas que crean focos de sombra que protegen las áreas del edificio del sol y proporcionan terrazas al aire libre con impresionantes vistas de Jeddah y el Mar Rojo.

En términos concretos, este será un edificio de uso mixto que contará con un hotel de lujo, oficinas, apartamentos con servicios, apartamentos de lujo y el observatorio más alto del mundo, una terraza en el cielo de unos 30 metros de diámetro. Para dar servicio a los inquilinos, el complejo contendrá 59 ascensores, incluidos 54 ascensores de un piso y cinco de dos pisos, junto con 12 escaleras mecánicas. Los ascensores que sirven al observatorio viajarán a una velocidad de 10 metros por segundo en ambas direcciones.

Rascacielos más altos y finos, la polémica atracción de la élite