Este 2019 se cumplieron 50 años del primer vuelo del Concorde. Un hito de la aviación comercial que se quebró el 24 de octubre de 2003, fecha en la que el Concorde voló por última vez tras casi tres décadas de servicio. El accidente que sufrió una de las aeronaves el 25 de julio del año 2000 y la escasa rentabilidad de la marca provocaron que el icónico avión supersónico de British Airways y Air France se quedase sin alas. Más de una década después, EEUU trata de reavivar la aviación supersónica con tres compañías en lidia, Boom Technology, Aerion Corporation y Lockheed Martin -en asociación con la Nasa-. Y este 2019 han sucedido tres importantes puntos de inflexión que hacen pensar que la vuelta del avión supersónico está más cerca. Mientras, la aviación europea se ha olvidado de los vuelos Mach 2 y está centrada en hacer aviones más sostenibles con el medio ambiente, incluso eléctricos.
El gigante Boeing apuesta por el jet privado supersónico de Aerion
Boeing anunció a comienzos de año su asociación con Aerion, una empresa con sede en Reno, Nevada, para acelerar el desarrollo de la tecnología y el diseño de aeronaves, y desbloquear los viajes aéreos supersónicos para nuevos mercados. "Boeing está liderando una transformación de la movilidad que conectará el mundo de manera segura y eficiente más rápido que nunca", dijo Steve Nordlund, vicepresidente y gerente general de Boeing NeXt. "Esta es una inversión estratégica y disciplinada de vanguardia en tecnología supersónica de maduración adicional. A través de esta asociación que combina la experiencia supersónica de Aerion con la escala global de Boeing y la experiencia en aviación comercial, tenemos el equipo adecuado para construir el futuro del vuelo supersónico sostenible", añade.

Este avión supersónico está diseñado para volar a velocidades de hasta Mach 1.4. La aeronave podrá volar hasta un 70 por ciento más rápido que los aviones de negocios de hoy porque le ahorrará aproximadamente tres horas en un vuelo transatlántico. El avión tiene programado el primer vuelo en 2023. Aerion, contó en una entrevista a este medio que su servicio se centra en el sector de los jets privados: "Aerion está ingresando al mercado con el primer avión comercial porque existe un sólido espacio de negocio para que la aeronave sea tecnológicamente viable".
París Air Show 2019: entra en juego la sostenibilidad y la administración americana
Uno de los eventos más importantes de la aviación, el París Air Show, que se celebró en el mes de junio, marcó un antes y un después en este camino por la recuperación de la aviación supersónica. El administrador interino de la FAA, Dan Elwell, anunció un Aviso de propuesta de reglamentación (NPRM) que modifica y aclara los procedimientos reglamentarios existentes para obtener la aprobación de la FAA para probar aeronaves supersónicas.

El NPRM es un primer hito necesario para la reintroducción del vuelo supersónico civil. "El Departamento de Transporte de EE. UU. Y la FAA están comprometidos con la investigación y el desarrollo seguros y ecológicos de los aviones supersónicos", dijo Elwell. "Confiamos en la próxima generación de pioneros de la aviación que desean abrir nuevas oportunidades para el crecimiento comercial, económico y de la aviación". Con una serie de proyectos de aviones supersónicos actualmente en desarrollo en los EE. UU., Elwell destacó que este NPRM garantiza que estas compañías tengan información más accesible y un proceso eficiente para obtener la aprobación de la FAA para realizar pruebas de vuelo.
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En esta feria, además, la otra compañía que está trabajando por poner en circulación un avión supersónico, Boom Technology, hizo todo lo posible por asegurar que los vuelos por encima de la velocidad del sonido sean respetuosos con el medio ambiente. Así, Blake Scholl, fundador y director ejecutivo Boom Technology, contó que el prototipo XB-1 de Boom "tendrá la primera huella de carbono neta cero de la historia en un vuelo supersónico". "Es importante hacer un vuelo supersónico de una manera que sea ambientalmente sostenible", dijo Scholl. "No es lo suficientemente bueno como para que coincida con la eficiencia del combustible y el perfil de emisiones de la clase empresarial actual. Tenemos que encontrar una manera de demostrar que estamos cuidando mucho el planeta", añadió.
Boom Technology está trabajando para presentar un avión de pasajeros de 75 plazas y una velocidad Mach 2.2, que realizaría el trayecto Madrid-Buenos Aires en unas seis horas y media, cuando ahora alcanza las 13 horas. Esta compañía calcula que su prototipo podría comenzar a hacer vuelos comerciales en 2025.
Lockheed Martin ha comenzado la construcción de su aeronave: primer vuelo en 2021
Tanto para que Aerion o Boom puedan recuperar de manera rentable el negocio de la aviación supersónica es necesario que se permita volar a velocidades superiores a la del sonido sobre los continentes, pues ahora solo está permitido sobre los océanos. Precisamente, la aeronave que Lockheed Martin está preparando junto a la Nasa, el X-59 QueSST, tiene por objetivo anular las restricciones que existen para los vuelos supersónicos que transcurren por áreas continentales. Y que se deben al ruido que genera superar la velocidad del sonido.
Así, Lockheed Martin explica a Status que su colaboración con la Nasa tiene por objetivo "cambiar las regulaciones actuales que prohíben los viajes supersónicos por tierra para permitir el transporte comercial supersónico a cualquier parte del mundo". La compañía entiende que su trabajo es fundamental para el futuro de la aviación supersónica, pero recuerda que "este modelo de negocio solo serviría a un tercio del mundo y, en última instancia, no es económicamente viable".

Este mes de octubre, esta colaboración entre la Nasa y Lockheed Martin escribió un nuevo hito: en el alto desierto de California, en una base de la Nasa, donde se han construido y volado algunos de los aviones más importantes en la historia de la aviación, se ha comenzado el ensamblaje del X-59 QueSST (abreviatura de Quiet SuperSonic Technology), el avión experimental experimental diseñado para volar más rápido que el sonido sin producir los molestos, si no a veces alarmantes, auges sónicos de los aviones supersónicos anteriores.
"Es bastante obvio cuando lo miras en la planta de producción. Se puede ver que se está comenzando a construir un avión ", dijo Craig Nickol, gerente de proyecto de la NASA para el X-59. Está previsto que en 2021 se comiencen los primeros vuelos de prueba.
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