El Museu Europeu d'Art Modern trae a España la obra de Shane Wolf. Es la primera muestra antológica individual del artista, considerado uno de los maestros contemporáneos del arte figurativo.
'A Tour de Force', que se exhibirá en el MEAM, en Barcelona, hasta el 26 de marzo, es la primera exposición individual del artista norteamericano en un museo. Y es un espectáculo de proporciones épicas. La muestra reúne 187 piezas entre pinturas, dibujos, grabados y esbozos, incluidos sus últimas obras monumentales –27 de las cuales pertenecen a colecciones privadas–, que sintetizan su condición de heredero directo del "Renacimiento".

Shane Wolf nació en Cincinnati (Estados Unidos) pero fue en Italia donde se impregnó del humanismo renacentista, una influencia omnipresente en su visión artística, cuya máxima expresión se manifiesta a través del dominio del cuerpo humano. Se formó en la prestigiosa Angel Academy de Florencia, donde se dedicó de forma intensiva a las técnicas académicas de dibujo y pintura, y en solo dos años pasó de alumno a profesor.
No hay que dejarse engañar por su juventud, Shane Wolf cosecha reconocimientos y premios internacionales como el primer y segundo premio en la categoría de Mejor Desnudo del Art Renewal Center de Nueva York (2013), la Medalla de Oro de la Academia Europea de Arte de Francia (2013), la Medalla de La Société des Artistes Français (2013) y de la Sociedad Nacional de Bellas Artes de Bruselas (2011) o el prestigioso Taylor Foundation Prize (París, 2011) –como Delacroix, Manet, Ingres, Corot–, lo que le permitió exponer su obra 'Soumission' en el Grand Palais de París.

El desnudo como manifiesto humanista
Wolf trabaja en la representación artística e intelectual del cuerpo humano, masculino y femenino, conforme a la tradición, solo a partir de modelo en vivo y en formatos monumentales con técnicas tradicionales. Pero no es un artista instalado en la nostalgia del pasado, es pura fuerza contemporánea, con la audacia de sus composiciones –con giros feroces de los cuerpos contorsionados– y el uso del color. La pintura de Shane Wolf transmite una sensación "táctil" de realidad, que manifiesta una intención casi barroca, inducida por el tamaño de las figuras, pero también un punto de vista teatral inspirado en las pinturas de otras épocas.
La exposición también muestra su minucioso proceso de trabajo y creación artística, desde la investigación compositiva abstracta inicial, las composiciones de valor, el guion gráfico y de colores, la investigación de posturas y los dibujos preparatorios finales, hasta llegar a la obra terminada, impregnada del legado clásico, pero con una visión muy personal sobre la anatomía y la condición humana.