
La pintora vasca, Arantzazu Martínez, lleva más de una década logrando triunfos y destacando en el mundo del arte. Sus obras nos trasladan a un mundo onírico donde la realidad es distinta a lo que observamos con nuestros ojos. Tras su licenciatura en la Universidad del País Vasco, decide irse a Nueva York y seguir formándose. No tardó en recibir una invitación por parte de George Lucas para participar en el proyecto Star Wars Visions. El Museo Europeo de Arte Moderno (MEAM) compró dos de sus pinturas nada mas comenzar su carrera y ha ganado los premios "Bouguereau" y "The Best in Show" del Art Renewal Center.
Desde Status entrevistamos a la artista española que recientemente fui invitada a participar en el proyecto Masterpiece de IBEX Collection.
¿Cómo de importante crees que es tener un mentor? ¿hasta que punto ha influido en tu arte?
En mi caso ha sido inestimable, sin duda alguna porque para mí Jacob Collins era el maestro perfecto. Diría que los años que estuve aprendiendo con él han hecho que hoy sea quien soy en el mundo de la pintura. Por los conocimientos técnicos, por la comprensión de todos los pasos necesarios para llevar a la excelencia cualquier proyecto y por su capacidad de generar un entorno de confianza que todavía hoy en día hace que cuando cojo los pinceles me sienta segura, calmada y capaz de hacer cualquier cosa que desee.
Tus obras de arte recrean un mundo onírico, ¿se podría decir que esto es un movimiento? ¿conoces más pintores que reflejen esto mismo en sus obras?
Son, sin duda, una realidad distinta a la que observamos con nuestros ojos. Siempre hay una mezcla entre realidad y ficción, un lenguaje realista puesto al servicio de los conceptos, sensaciones y emociones a los que deseo dar forma y un gusto por imaginarlas dándome libertad absoluta.
En este momento hay bastantes pintores que se acercan a un realismo más creativo. Como parte del jurado en el Art Renewal Center Salon veo como crece en número y en calidad. Somos muy distintos en forma y concepto y por ahora no parece un movimiento pero quizá, el paso del tiempo, con la perspectiva clara que siempre nos da, llegue a definirlo como tal.

¿Qué técnica utilizas?
Siempre pinto con óleo, mayormente sobre lienzo. Lo que resaltaría del procedimiento es que está basado en la observación directa de la realidad y para poder pintarla tienes que fundirte con ella. Todas tus ideas preconcebidas quedan al margen y durante esos momentos te conviertes en un explorador que no juzga; solo observa, conoce y lo transforma, a través de su mente y sus manos, en una obra de arte. Son momentos de profunda concentración que adoro.
¿Hasta qué punto reflejas la realidad y hasta que punto es fantasía? ¿en qué te inspiras?
En mí conviven la misma fascinación, interés y disfrute por la realidad que ya está determinada como por la imaginación, moldeable e ilimitada donde eres libre de escoger entre lo infinito y crear.
Utilizo la realidad que compartimos todos los seres humanos como nexo de unión para comunicarme y el modo de pintar que he escogido y adoro, tiene la capacidad de transmitir una cantidad y calidad de información cercana a la que podemos percibir directamente de la realidad. Permite generar al mismo tiempo un impacto visual y sensual.
Son pinturas que las percibes con la mente y con el cuerpo y esto para mí es delicioso. Te hacen permeable a esa nueva realidad. Hacen que la ilusión sea efectiva y te mueva emocionalmente.
De hecho, procuro tener en mi estudio la mayor parte de los objetos que forman parte de la composición y por supuesto las personas que trabajan posando como modelos.
Es el hecho de que todos estos elementos existen y se organizan, no bajo las leyes físicas sino bajo mi intención, mis prioridades y el modo en el que he visualizado la escena final, lo que aporta una sensación onírica.
¿En qué te inspiras?
Me inspira todo lo bello que percibo en mi entorno, desde la naturaleza a las artes y me inspiran los momentos de dicha.

¿Qué intentas transmitir en tus obras de arte?
Desde que recuerdo, he sido siempre muy consciente de la vitalidad y la alegría que me provocaban ciertas cosas en mi entorno. Bien fuesen arte, naturaleza, ideas o historias. Yo quería hacer algo capaz de provocar esas emociones. Siempre he querido encender los sueños y la imaginación de las personas, inspirar y hacer sentir a través de las imágenes.
Hace ya años que procuro estar inmersa en las sensaciones de fuerza y bien estar, determinación y empoderamiento, plenitud y confianza. Así que el núcleo que organiza la imagen y lo que se transmite son esas emociones unidas a los diferentes conceptos que las provocan.
¿Cuánto puedes tardar en terminar una obra?
Teniendo en cuenta las diferencias en tamaño y complejidad el intervalo es enorme. Yo diría que dos meses es lo mínimo y hasta ahora la pintura que más tiempo me ha llevado han sido dos años y medio.
¿De qué manera ha influido tu formación en Estados Unidos en tu arte?
Ha influido en todo lo referente a la ejecución. Durante el siglo XIX y principios del XX hubo una migración del conocimiento europeo del arte, tanto técnicas como procedimientos de representación.
Afortunadamente en los Estados Unidos, el interés por las artes clásicas y tradicionales, ha mantenido este conocimiento durante el siglo XX mientras en Europa caía en el olvido. Recuperarlo ha sido fundamental y todo una aventura.
En lo referente a la obra en sí, en el croma, la composición, el contenido… se percibe el arte español y europeo que han sido mi cuna y mi incentivo.
¿A qué público te diriges?
Yo me dirijo a todos y mis clientes mayormente son amantes del arte, son personas que disfrutan las obras y las valoran.

Has expuesto en muchas ciudades de todo el mundo, ¿tus compradores también son internacionales? ¿los encargos que has recibido hasta ahora son más nacionales o internacionales?
Desde el momento en el que vives y te formas fuera de tu país las fronteras del mercado se desvanecen. Comencé vendiendo en Estados Unidos antes que en Europa y los encargos han sido siempre internacionales.
¿Qué diferencias crees que hay en cómo se recibe tu arte en otros países a cómo se recibe en España?
No percibo diferencia en la aceptación u opinión sobre las obras dependiendo de países y culturas. Quizá porque escojo conscientemente las características que nos unen o quizá porque el arte no es impositivo y las personas que responden lo hacen desde su interés personal y aprecio.
http://www.arantzazumartinez.com/bio.html
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