Se les intervino colonia, ropa y otros artículos robados, así como bolsas para eludir las alarmas de los comercios
Se les intervino colonia, ropa y otros artículos robados, así como bolsas para eludir las alarmas de los comercios
SANTANDER (SAN.MC) 1 (EUROPA PRESS)
Efectivos de la Policía Nacional detuvieron el pasado 27 de noviembre en Santander a tres individuos, I.C., de 30 años, M.C., de 25 y VF.T., de 23, que forman parte de un grupo organizado dedicado al robo "por encargo" en centros comerciales.
A los detenidos, que no tienen domicilio, se les incautaron seis bolsas preparadas para eludir alarmas, dos ordenadores portátiles, una cámara de fotos digital, una libreta con una relación de centros comerciales, cinco frascos de colonia de marcas conocidas, unas zapatillas de deporte, 17 pares de calcetines, dos cuchillos, cuatro pantalones, un traje de mujer, una cazadora y un chándal.
Dos de los detenidos tienen antecedentes, por lo que ingresaron en prisión. Se trata de I.C., con una detención anterior por hurto, y VF.T., mientras que M.C. carece de antecedentes, informó la Policía.
La detención se produjo a las 12.30 horas del día 27, cuando policías que se encontraban de servicio en la zona de las estaciones vieron a los sospechosos con maletas, bolsos y varias bolsas de compra. Al verse observados, se pusieron nerviosos, cambiaron el sentido de la marcha e intentaron coger un taxi, por lo que se procedió a su identificación.
Los policías comprobaron que las bolsas de compra estaban preparadas pare eludir las alarmas de los centros comerciales y que en las maletas llevan los artículos robados, de los que dijeron no saber nada, por lo que fueron detenidos.
Además, se les intervinieron 1.515 euros y una libreta en la que estaban anotados una relación de artículos y de centros comerciales.
Respecto a este último dato, la policía ha concluido que los detenidos pertenecen a un grupo organizado cuya especialidad es robar "a la carta", es decir les indican qué robar, en qué cantidad e incluso en qué comercio.
Para ello, utilizan bolsas preparadas para eludir las alarmas de los centros comerciales y después envían lo robado a su país para venderlo allí.