El piloto de la compañía Spanair no fue el culpable del accidente de Barajas del pasado 20 de agosto, según los resultados del Informe preliminar de Aviación Civil. Este documento indica que los pilotos siguieron el protocolo recomendado en los momentos previos a la caída del vuelo JK5022 que se estrelló por un fallo en los flaps.
El análisis de la caja negra del avión demuestra que los pilotos hicieron los controles oportunos sobre el despegue pero el sistema de alerta de la cabina no avisó de que los flaps no se habían desplegado correctamente.
Las alarmas de tierra cercana y de pérdida de altura tampoco funcionaron durante el despegue del avión que se elevó 40 pies ante de que los pilotos perdieran definitivamente el control. Se rompió la parte el fuselaje de la parte trasera de la aeronave antes de estrellarse.
The Wall Street Journal ya alertó de "un supuesto mal funcionamiento eléctrico", que impidió que los pilotos recibieran la señal de alarma alertando del peligro".
Fallos en los sistemas
El informe no incluye, sin embargo, el análisis de por qué falló el sistema sonoro que debió avisar a los pilotos de que la configuración del avión no era la correcta para despegar.
El informe también pone de manifiesto el fallo en el sistema electrico que actúa en el despegue y controlaba el sensor vuelo o tierra del avión. Los investigadores han centrado parte de su trabajo en el mantenimiento que se hizo al aparato antes del vuelo.
Publicación del informe
Hace unas semanas ya se publicó en Internet el borrador del informe. Cualquier usuario podía acceder al documento con un solo click. Si bien, las filtraciones sobre dicho borrador han sido constantes. Incluso, se publicaron las imágenes del momento exacto del accidente, captadas por las cámaras de AENA.