Sociedad

No habrá fiesta del PCE este año por la "debilidad organizativa"

La tradicional fiesta del Partido Comunista en la Casa de Campo, que nació como respuesta festiva a tanto tiempo de clandestinidad, celebró su 30 cumpleaños el pasado año pero ya no se celebrará en éste su nuevo aniversario. Las causas son las dificultades de planificación de la fiesta para este año que no aseguran ni las mínimas condiciones para garantizar el éxito, tanto político como económico.

La Comisión Permanente del PC y la comisión encargada de la fiesta publicaron la pasada semana un comunicado explicativo: "Tras analizar la situación en la que se encontraba la planificación de la fiesta para este año y por las enormes dificultades con las que nos hemos encontrado, hemos llegado a la conclusión de que no es posible asegurar las mínimas condiciones para garantizar el éxito, tanto político como económico, de la fiesta, y se ha decidido posponerla a la primavera de 2009".

Una 'mini' fiesta

No hay certeza alguna de que pueda cumplirse este propósito, pero quienes han estado a su cargo creen más pertinente celebrarla, si sobrevive, en los meses de abril o mayo. Antes, se ha planeado que haya un "mitin-fiesta" en octubre, previo a la Asamblea Federal de IU de noviembre que deberá decidir el futuro -sombrío- de la coalición.

Lo cierto es que otras fuentes aseguraban que el Ayuntamiento de Madrid había concedido el correspondiente permiso al mismo precio que en años anteriores, 50.000 euros, pero en esta ocasión reclamaba algún pago anticipado.

Mala situación

Ha habido diversas versiones para explicar esta suspensión, plasmadas en distintos periódicos: "Debilidad organizativa", según algunos miembros del partido; "condiciones económicas inasumibles y dificultades para su ubicación", según otros; "el déficit generado por un festejo que ha perdido afluencia con los años", apuntan otros más; "un síntoma más del descalabro de la izquierda", dicen las voces más sinceras de IU, la coalición política que dirige todavía Gaspar Llamazares y de la que forma parte, como formación más numerosa, el PCE.

Como es conocido, la representación política de IU quedó reducida el pasado 9-M a dos diputados (tenía 5 en la pasada legislatura), uno de ellos procedente de la catalana IC, que se considera al margen de IU.

Aroma de entierro

La desaparición de la fiesta del PC, que era uno de sus signos de identidad y prácticamente el único acto público de afluencia masiva que aún celebraba la izquierda más ortodoxa, tiene, en fin, un cierto aroma de entierro. La incapacidad del PC para actualizarse y el servilismo político de Llamazares hacia el PSOE durante la pasada legislatura han clavado la puntilla a lo que era ya poco más que una reliquia.

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