Quería que su petición de matrimonio fuese inolvidable. El novio había elegido un lugar idílico de la costa de Ibiza, famosa por sus puestas de sol. Sin embargo, tras el "sí", la emoción acabó en tragedia. La ya prometida -Dimitrina Dimitrova, de 29 años de edad- se cayó por el acantilado de 20 metros en Cala Tarida, en el oeste de la isla.
Según el Daily Mail, que cita a la Policía, la mujer búlgara perdió el equilibrio mientras saltaba de alegría. Cuando llegaron los servicios de urgencia ella aún estaba viva, aunque inconsciente, pero fallecería de un ataque al corazón siete minutos más tarde.
El suceso tuvo lugar el pasado martes. "Todo apunta que la muerte ha sido el resultado de un trágico incidente", dice la Guardia Civil.
El novio ya vivía y trabajaba en Ibiza, "ella había llegado para visitarlo y buscar trabajo?, afirma una fuente local.
En cualquier caso, no es la primera vez que un despiste al borde de un precipicio termina de manera trágica: en agosto, un matrimonio polaco murió tras caer mientras se hacían un selfie en Cabo da Roca, en Portugal. Sus hijos, de cinco y seis años, precisaron atención psicológica.
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