
Más de 1.600 niños han tenido que recibir este verano un menú social a diario en sus casas para poder hacer frente a los problemas de malnutrición y la pobreza. Más becas de comedor para el próximo curso.
El verano comenzó con la noticia de que los comedores escolares de la Comunidad de Madrid no permanecerían abiertos durante el período estival para que pudieran ser utilizados por aquellas familias con necesidad. Una polémica que ha aprovechado Tomás Gómez, que no tardó en anunciar que se comprometía a abrir todos los comedores escolares el verano próximo si gana las elecciones.
Para puntializar el por qué de su decisión, Ignacio González añadía que gracias a las actividades municipales 28.000 niños tendrían servicio de comedor en los meses de verano.
Además, el Ayuntamiento de Madrid ideó una medida para paliar las carencias que cientos de familias sufren a la hora de comer, consistente en que las casas que lo necesiten reciben en su domicilio un menú diario. Aunque estaba programado que llegara a unos 2.100 menores, según una primera estimación parece que el servicio ha llegado al 77% de estos.
La pobreza infantil es un problema real
El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad anunció el año pasado, que destinaría 17 millones de euros a proyectos impulsados por las comunidades autónomas para paliar la pobreza infantil. Para poder recibir la cantidad que les corresponde, las comunidades deben presentar un proyecto específico al ministerio. Aunque algunas lo hicieron con rapidez, el dinero ha llegado desde el inicio de julio poco a poco.
La principal justificación para no mantener abiertos los comedores escolares durante el verano era esa posible "estigmatización" que sufrirían los niños que necesitaran el servicio. Sin embargo ha habido algunas comunidades como Canarias y Andalucía que sí han mantenido abiertos los centros bajo la apariencia de, por ejemplo, clases de inglés para eliminar cualquier posible estigma para los niños.
Pero ha quedado demostrado que miles de niños necesitan los programas de ayudas. En tan sólo una semana el número de menores que han requerido las ayudas ha aumentado de 1.502 a 1.632.
El problema de desnutrición, como decía Ignacio González puede no ser lo principal, pero es indudable que hay un prolema de malnutrición -los niños no ingieren la comida necesaria ni los nutrientes que deben consumir-. De hecho, como informaba en el último informe la ONG Save the children, España es el segundo país de la Unión Europea detrás de Rumanía con más pobreza infantil. Un 33'8% de los menores españoles se encuentra en el borde de la exclusión social. Según las cifras de Eurostat, estos menores son más de 2'5 millones.
Ahora, con la llegada del final de los campamentos estivales, se está multiplicando el número de solicitantes de ayuda. Aunque parece que a partir del inicio del curso la situación va a mejorar para todos estos menores, al menos en la Comunidad de Madrid, ya que como anunciaba González, gracias a la mejora económica de la Comunidad, tienen previsto incrementar la oferta de becas de comedor escolar.