El Govern mallorquín está buscando resquicios para sancionar y expedientar a todos los entes relacionados con un tipo de turismo que perjudican la imagen de la isla. Tras el 'balconing' y el ocio de drogas, el 'mamading' o los concursos de felaciones han irrumpido como el penúltimo escándalo mayúsculo a ser atajado.
Así las cosas, y tras un vídeo que revolucionó a la opinión pública, y que mostraba a una joven irlandesa realizando múltiples felaciones en público para conseguir copas gratis, las autoridades mallorquinas han impuesto las primeras sanciones.
La primera ha recaído en la empresa Carnage Magaluf, que organizó la excursión por los bares de la zona de Calviá que desembocó en el comentado incidente del concurso de felaciones.
La Conselleria de Turismo balear ha expedientado a esta compañía por no estar en regla su licencia para realizar este tipo de actividades turistícas, relata el diario El Mundo. Es decir, han tirado de la burocracia administrativa como advertencia al comportamiento de la empresa.
Las autoridades de la isla desean la implicación de los distintos entes públicos y privados mallorquines para fulminar estos comportamientos turísticos, que echan por tierra la imagen de ocio de calidad que Baleares trata de transmitir.
Las rendijas legales contra el 'mamading'