
La Unión Europea, la oposición y las ONG ejercen una presión creciente al Gobierno de España por lo sucedido en la frontera de Ceuta, donde murieron hace una semana y media, al menos 14 inmigrantes.
Sin embargo, el Gobierno solo ha admitido que continuarán mejorando las medidas de vigilancia y actuación en esos casos, pero no admite responsabilidades mediante dimisiones. La del director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, cuya versión presentó contradicciones con la del ministro de Interior, ha sido la más solicitada por los agentes sociales y políticos de la oposición.
Sin embargo, no se llegará a ver ese cese por un motivo de peso y personal para el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. De Mesa no es solo el máximo representante del cuerpo militar, sino que también es uno de los amigos más leales de Rajoy.
Según relata el diario El País, este ha acompañado a Rajoy durante años mientras era líder de la oposición en todos sus viajes por localidades españolas, en sus mítines, quien le aconsejaba y velaba por su seguridad en salidas y entradas muy frecuentes por entonces. Aparte de los escoltas, el actual director de la Guardia Civil era una de las pocas personas que siempre estaba presente.
Lealtad y discreción
No solo fue leal entonces, también lo fue en los peores momentos para Rajoy, en 2008, cuando el partido se dividió profundamente abriendo un debate sobre su continuidad. Entonces, Arsenio Fernández de Mesa también estaba allí. Siempre le ha defendido en temas espinosos, también en el 'caso Gürtel'. Además de la lealtad, sus movimientos se caracterizan por la discreción.
De Mesa es un hombre clave para Rajoy además de amigo, lo que hace complicado que, el presidente, poco dado a los cambios, apueste por sacrificar 'su cabeza' para calmar la alarma social provocada tras los sucesos de Ceuta.