El expresidente del Gobierno, José María Aznar, presionó para que Miguel Blesa, como presidente de Caja Madrid, adquiriese la obra del escultor Gerardo Rueda por 54 millones de euros.
Rafael Spottorno, entonces al frente de la Fundación Obra Social Caja Madrid, fue el que frenó esta operación por juzgar el precio "disparatado", según publica el diaro El País este sábado.
La adquisición aglutinaba un paquete de 200 obras, siendo solo una veintena firmadas por el prestigioso escultor, mientras que las demás formaban parte de su colección particular.
Las gestiones se llevaron a cabo, con varios correos electrónicos mediante remitidos por Aznar a Blesa, y de éste a Spottorno. El precio llegó a bajarse hasta los seis millones de euros desde los 54 de los que se partía, y trató de resolverse también el problema de dónde ubicar la obra.
Gallardón, a instancias de Aznar, ofreció un inmueble del Ayuntamiento de Madrid para tal fin.
Finalmente, los vocales de la Comisión de la Fundación Caja Madrid declinaron el proyecto por considerarlo inviable.
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