Sociedad

La maldición de la caza del oso de Miguel Blesa

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid.

Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, pasó casi por arte de magia de ser un inspector de Hacienda que circulaba en moto y revisaba las declaraciones de sus amigos íntimos José María Aznar y Juan Villalonga, a ser uno de los hombres más ricos del país y vivir como tal.

Blesa comenzó cobrando 70.000 euros que se convirtieron en 1,2 millones durante su periodo de presidencia en Caja Madrid. Las perjudiciales operaciones que capitaneó en la entidad le sirvieron para construir uno de los mayores desastres de gestión financiera de la historia bancaria del país, pero también para crear una enorme fortuna personal, que culminó con una suculenta indemnización a su salida de la caja.

Como relata el diario El Mundo, Blesa se aficionó pronto a la caza. Un rifle valorado en 10.000 euros y algo de puntería le dieron la gloria cinegética en innumerables cacerías en las que mató a búfalos, leones, pumas y osos.

La última cacería

Fue precisamente la caza del oso la que truncó su racha de buena suerte. Tuvo lugar en Rumanía, en el año 2009. Allí, Miguel Blesa abatió a un oso pardo, que simbolizó que los tiempos de Caja Madrid estaban a punto de llegar también a su fin (el logotipo de esta entidad financiera ya extinta era un oso, símbolo de la ciudad de Madrid).

Así, meses después, se producía la encarnizada batalla política en Caja Madrid que enfrentó a Esperanza Aguirre con Alberto Ruiz-Gallardón en la elección del presidente para el siguiente ejercicio (Aguirre apostaba por Pizarro; Gallardón, por renovar a su amigo Blesa), y que terminó zanjando Mariano Rajoy y con la salida de la entidad de Blesa.

Este percibió entre 2007 y 2010 más de 12 millones de euros, entre sueldos y su indemnización, y hubiera cobrado casi tres millones más si no fuera porque la nacionalización de la caja en 2012 anuló ese acuerdo que firmó Blesa de modo complementario a su indemnización.

El acierto y la puntería de Blesa como cazador de animales -e ingentes comisiones- parecieron evaporarse. En la actualidad, varias de sus operaciones de dudosa legalidad se encuentran en plena investigación en los tribunales. La Audiencia Nacional tendrá que tomar una decisión sobre de quién es competencia tramitar varios de sus procesos abiertos, por la compra-venta de un banco en Florida y por las preferentes.

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