
La Compañía de Jesús se ha convertido en la voz pionera dentro de la Iglesia española que exige una "regeneración democrática" de la vida pública en España. Ha sido a través de la presentación de una declaración conjunta como la congregación religiosa ha llamado a "superar la situación actual de deterioro social, político y económico que sufre el país". Los 'primeros' en proponer soluciones al déficit democrático
Los jesuitas han presentado esta declaración en un acto al que han asistido los exministros Javier Solana y Josep Piqué, según informa 'El Boletín', tan sólo un día después de el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Antonio María Rouco Varela, señalase que los escándalos de corrupción que se están dando en las administraciones públicas no son sólo un "problema español", sino "universal".
Con este manifiesto, la congregación jesuita se posiciona de forma clara contra a los casos de corrupción que están salpicando la actualidad española haciendo frente a la posición de Rouco, que señalaba que el estamento religioso sólo podía rezar para que los responsables políticos actuasen con una conciencia "moral y espiritualmente más justa".
"Pedimos todos los domingos para que los gobernantes acierten, para que su conciencia sea más afinada y moral y espiritualmente más certera, más justa y lo más solidaria posible, pero de ahí no podemos pasar, nosotros seríamos felices si el proceso de conversión llegase a todos", declaraba Rouco. Posición que contrasta con el cambio activo que piden los jesuitas en su declaración.
De este modo, el manifiesto jesuita establece que existe "una nueva y persistente demanda social que recorre nuestro país, así como otras sociedades europeas" se hace eco de las "nuevas iniciativas y anhelos de participación política de muchos grupos y personas".
Entre las propuestas que hace la declaración, destaca aquella en la que la congregación "urge una separación de los poderes públicos más efectiva y real". Para ello, el manifiesto asegura que "se debe evitar la politización partidista o corporativa de los órganos de gobierno de la judicatura".
Otra de las principales propuestas va dirigida a los partidos políticos. "El excesivo peso de la partitocracia debe ser reequilibrado; a ello ayudaría una reforma electoral que reforzara la participación ciudadana, redujera el poder de los aparatos de los partidos y confiriera mayor protagonismo a la vida parlamentaria", afirma la declaración.
A lo largo de otros puntos, también se apela al diálogo para resolver problemas en torno a la "organización territorial" del Estado y a la transparencia en las instituciones, por ejemplo, a la hora de establecer "una normativa reguladora de la contratación del sector público".