Sexting es el intercambio de fotografías y vídeos de menores con poca ropa y poses sugerentes que son enviadas a través de teléfonos móviles y a veces por internet. Es una práctica voluntaria cada vez más extendida entre los jóvenes.
Al no ser controlado, las imágenes acaban llegando a terceros. Esto, muchas veces, da pie a las amenazas e insultos, lo que se conoce por acoso o ciberbullying. Y, si son adultos los que hacen uso de esas imágenes, entonces hablamos de grooming.
Son términos y prácticas que están contempladas ya en el código penal y advierten que retwittear esas imágenes también es delito.
El uso de las redes sociales se escapa, muchas veces, del control de los padres y profesores. Por eso, desde varias fundaciones, recomiendan aprender el uso de las tecnologías y establecer unas normas y horarios de uso de la misma. Y, sobre todo, transmitir conductas a los hijos dando ejemplo.