
El arquitecto Santiago Calatrava ha cerrado sus oficinas en Valencia. En el estudio donde en los buenos tiempos trabajaban una veintena de personas, ahora solo queda un teléfono desviado a Zúrich.
Ante la crisis económica y la ahogada situación que atraviesa la Comunidad Valenciana, bajo cuyo paraguas Calatrava ha desarrollado el grueso de su obra -además de enriquecerse-, el arquitecto ha decidido poner tierra de por medio y trasladarse, junto a todo su patrimonio, a Zúrich.
Según relata el diario El Mundo, Calatrava ha trasladado también a Suiza una sociedad que mueve 31,7 millones de euros en inversiones. Justo en plena llamada del Gobierno a que no se evadan los grandes capitales.
Sin proyectos
Calatrava se ha quedado sin proyectos en España. A falta de concluir el Ágora de la Ciudad de las Artes en Valencia, ya no se construirán ni sus torres proyectadas en el cauce del Turia ni el Centro de Convenciones de Castellón.
El arquitecto se moverá así entre Nueva York y Zúrich, y se aparta de las tierras valencianas, al menos, "por el momento", como contestan desde el teléfono de sus antiguas oficinas ahora desviadas.