El Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha separado con éxito a dos siamesas de siete meses que nacieron unidas por el abdomen y que compartían el hígado, en el marco de una operación delicada que duró cerca de siete horas y que ha permitido que ambas lleven a cabo actualmente una "vida independiente y normal".
Las pequeñas, Núria y Marta, pudieron crecer y alimentarse correctamente hasta que alcanzaron los 12 kilos de peso entre las dos, el mínimo necesario para operar reduciendo las complicaciones futuras, según ha explicado el codirector del Programa de Cirugía Fetal, José Luis Peiró.
En la intervención, en que participaron cirujanos pediátricos y plásticos, anestesistas, obstetras, neonatólogos, radiólogos y enfermeras y auxiliares, se hizo una separación de vísceras y del hígado de las pequeñas, que ahora sólo acuden al hospital para revisiones periódicas.
Se utilizaron dos quirófanos para atender a las pequeñas en el momento de la separación de abdomen y de la parte baja del esternón, que también requirió de la división de los equipos para asegurar el cierre de la operación, finalizada según lo previsto.
La madre de las pequeñas, Meritxell Feliu, ha explicado que la malformación se detectó en la primera ecografía de las 12 semanas, y pese a que el centro no le garantizó totalmente el éxito de la intervención, puso todos los medios técnicos para ello, ha defendido.
Con este fin, planificó el parto por cesárea para los ocho meses de gestación, en que nacieron con un único cordón umbilical muy grande y una media de 1,5 kilos de peso cada una, como ha señalado el jefe del Servicio de Cirugía Pediátrica y líder de la operación, Vicenç Martínez, que ha detallado que a los 27 días ya tenían el alta.