"Me siento libre, estoy flipando ". Así se ha expresado el preso común más antiguo de España, Miguel Montes Neiro, en libertad desde hoy tras 36 años en prisión.
Montes Neiro abandonaba el Centro Penitenciario de Albolote en Granada entre una gran expectación mediática y con la la presencia de su abogado y de todos sus hermanos y sus hijas, además de otros familiares y amigos.
La salida de Neiro se esperaba desde primera hora de la mañna ya que la Audiencia de Málaga le confirmó este lunes el abono de 124 días de prisión preventiva que, según entiende el tribunal, le debían ser computados.
Montes Neiro, que ahora tiene 61 años, tiene un amplio historial delictivo que comienza en 1976, año en el que fue condenado por un delito de deserción militar, por negarse a hacer el servicio militar entonces obligatorio.
Ha cometido delitos relacionados con las drogas, allanamiento de morada, robos, falsificación de documento público, o quebrantamiento de condena. Nunca ha sido condenado por delitos de sangre, pero ha enlazado distintas penas al haber delinquido durante sus fugas que llegaron hasta los 1.604 días o sus permisos.
Los indultos
Durante todo el tiempo que ha permanecido en prisión ha contado con multitud de abogados, muchos de oficio, y ha sido el último, Félix Ángel Martín García, el que inició un periplo que le llevó a solicitar al Gobierno un indulto por razones humanitarias, dado el estado de salud en el que se encuentra, con hepatitis y tuberculosis y tras haber protagonizado cuatro huelgas de hambre en protesta por su situación.
Fue el último Consejo de Ministros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, del 16 de diciembre de 2011, el que le concedió dos indultos parciales de cuatro años y medio de cárcel de una pena refundida de 12, que sin embargo no garantizaban su puesta en libertad.
Estando ya el PP en el Gobierno, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría anunciaba tras el Consejo de Ministros del 20 de enero que se le indultaba a "don Miguel Francisco Montes Neiro" de las causas que le quedaban pendientes, los 13 años de prisión que le impuso la Audiencia de Granada por robo, detención ilegal y allanamiento de morada.
Mientras esperaba la llegada del indulto, solicitó además al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria que se le descontaran 171 días de prisión preventiva, una petición que fue rechazada, lo que le llevó a acudir a la Audiencia Provincial de Málaga.