Sociedad

El atracador de Vallecas, un parado "angustiado" que quiso llamar la atención

El atracador del bar de Vallecas (Madrid) que ayer retuvo como rehenes durante cuatro horas al dueño del establecimiento y a un empleado antes de entregarse es un parado de unos cincuenta años que quería "llamar la atención" sobre su "situación de angustia personal".

Así lo han explicado en rueda de prensa los dos negociadores del Cuerpo Nacional de Policía que ayer mediaron en este incidente hasta conseguir que el atracador, que no tenía antecedentes penales de ningún tipo, se rindiese y dejase libres a sus rehenes.

Los negociadores, que no han querido explicar qué tácticas emplearon para convencer al atracador de que se entregase, han apuntado que sus peticiones se ciñeron a un coche de alta gama, un Porsche Cayenne con el depósito lleno, una sábana para cubrirse a la salida del bar, un chaleco antibalas, un casco y unos guantes de látex.

Un atracador deprimido

Una vez detenido, el atracador -que según la Policía no estaba bajo los efectos de las drogas o el alcohol pero sí admitió estar en tratamiento por depresión- sufrió anoche un desvanecimiento y fue trasladado a un centro hospitalario para ser atendido.

Ahora se encuentra en el calabozo a la espera de que se le tome una declaración más detallada y que continúen las diligencias policiales.

Los negociadores no pudieron hablar directamente con él hasta pocos minutos antes del desenlace, y en las casi cuatro horas que duró el incidente se comunicaban con él a través del dueño del bar, que les explicaba directamente desde su móvil, por lo que era más difícil hacerse una idea clara de lo que estaba ocurriendo dentro.

En ese tiempo, amenazó sobre todo al empleado del bar, de 26 años, al que apuntaba en el pecho y la cabeza con una pistola que resultó ser de fogueo, y también con un cuchillo que le colocaba en el cuello. Los dos rehenes estaban, según los negociadores, muy nerviosos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky