Unas muletas, diseñadas por tres ingenieros españoles, se han convertido en las más ligeras del mundo, ya que con 200 gramos cada una pesan lo mismo, por ejemplo, que un teléfono móvil último modelo, cuando hasta ahora ese peso llegaba incluso al kilo.
Hechas íntegramente en fibra de carbono y plástico, materiales poco utilizados hasta el momento en su fabricación, el prototipo es obra del físico Daniel Berdún, del ingeniero de telecomunicaciones Rafael Vidal y de Miguel Cappiello, ingeniero industrial.
"A lo largo de la historia, todas las muletas han sido prácticamente iguales; si nos remontamos a los egipcios, casi no se ha innovado en cuanto a su composición", ha explicado Cappiello a Efe, quien considera que la fibra de carbono es aún un material pendiente de incorporar a nuestra vida diaria.
Según los diseñadores, hasta el momento solo se podía acceder por encargo a las muletas de fibra de carbono, lo que duplicaba su precio final, que podía alcanzar los quinientos euros, más del doble que las que ellos han patentado.
Las nuevas muletas, que estarán en septiembre en el mercado, son el resultado, destacó Vidal, de dos años de cálculos matemáticos y de muchos esfuerzos, destinados a reducir gramo a gramo el peso final de las muletas.
Entre las características que los tres ingenieros han incluido en su patente mundial es que se trata de una única pieza curva, a lo largo de la cuál se regula un asa y que incorpora una correa para facilitar su sujeción.
Además, han centrado sus esfuerzos en mejorar la empuñadura, con el propósito de "repartir de la mejor forma posible el peso de la persona sobre las palmas de las manos", evitando así problemas en los nervios radial y mediano.