En la tarde de este sábado, en la localidad de Arriate, en Málaga, cientos de personas han acompañado a la familia de María Esther, la niña de 13 años asesinada esta semana.
Sus familiares no han podido contener el dolor, durante el funeral. El pueblo ha arropado completamente a la familia y los que no han podido entrar a la capilla, han seguido la misa desde la calle para después despedir con aplausos al féretro.
Mientras tanto, la Policía parece estrechar el cerco sobre el o los asesinos, y podrían producirse detenciones en las próximas horas. El cuerpo de la pequeña será enterrado mañana.