El obispo electo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, ha expresado esta tarde su tristeza por las "divisiones internas" que ha causado su nombramiento como prelado de la diócesis guipuzcoana y ha pedido a la Iglesia que "dé testimonio de su unidad ante el mundo".
Al despedirse esta tarde de la Diócesis de Palencia, que ha ocupado desde el 10 de septiembre de 2006, ha expresado su gratitud a toda la comunidad cristiana, desde los sacerdotes en concreto hasta los religiosos en general, pero también de "nuestros queridos laicos".
Durante su homilía, que ha pronunciado en la catedral de Palencia, ha agradecido lo "arropado" que le han hecho sentir los fieles palentinos una vez conocido su nombramiento como obispo de San Sebastián.
