La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha planteado que el aborto sea considerado un delito y ha subrayado que la doctrina de la Iglesia en relación al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo "no va contra nadie ni contra ningún partido".
"No se entiende que quitar la vida de un ser humano inocente no pueda ser un delito", ha dicho hoy en rueda de prensa el obispo auxiliar de Madrid y secretario general de la Conferencia Episcopal, Juan Antonio Martínez Camino.
El obispo auxiliar de Madrid, junto al obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, han presentado a los medios la declaración "Ante la crisis moral y económica", que fija la posición de la Iglesia ante las causas y las víctimas de la crisis económica.
La Conferencia Episcopal Española (CEE), mediante su 'Declaración ante la crisis moral y económica', presentada hoy en Madrid y aprobada en el transcurso de la última Asamblea Plenaria, celebrada hace unos días en Madrid, achacó la crisis económica a "la pérdida de valores morales", a la vez que consideró que las políticas antinatalistas tendrán repercusiones económicas en las futuras generaciones.
La Iglesia se centra en la crisis
Los mitrados españoles citan "la falta de honradez, la codicia -raíz de todos los males- y la carencia de control de las estructuras financieras, potenciada por la economía globalizada" como causas de la crisis y enumeran entre las víctimas principales a las familias, sobre todo las numerosas, los jóvenes, los desempleados, los pequeños y medianos empresarios, los agricultores y ganaderos y los inmigrantes.
Ante la crisis, piden solidaridad con los más afectados, porque "la pobreza y el desempleo degradan la dignidad del ser humano" y aprovechan para criticar las "políticas antinatalistas" del Gobierno, lo que consideran "pernicioso" desde el punto de vista económico para las futuras generaciones de españoles.
Pero, sobre todo, "debería ayudarnos a poner en Dios la referencia verificadora de actitudes y comportamientos".
"Es urgente un discernimiento sobre las decisiones de gasto tanto de los poderes públicos como de las familias y de cada uno en particular", señala la CEE en esta última ponencia sobre la crisis económica, a la luz de la Encíclica del Papa Benedicto XVI 'Caritas in Veritate'.
Arremeten contra el aborto
A lo largo de este trabajo, arremeten contra dos de las leyes del Gobierno: la recién aprobada Ley de Extranjería y la Ley de Salud Sexual y Reproductiva e Interrupción Voluntaria del Embarazo, en trámite parlamentario.
A su entender, la primera norma "restringe derechos que afectan decisivamente a la dignidad (de los inmigrantes) como personas" y ante la segunda -que no citan directamente-, opinan que la aspiración ha de ser la de "lograr un desarrollo integral" que "requiere una renovación ética de la vida social y económica que tenga en cuenta el 'derecho a la vida'".
El desarrollo, según constatan en el texto, "es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y hombres políticos que vivan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común". En este sentido, apuntan a "un mayor compromiso en el mundo de la educación y en la vida pública, para erradicar en todo momento la corrupción, la ilegalidad y la sed de poder".
El texto, presentado hoy en rueda de prensa en Madrid, fue puesto sobre la mesa de la Asamblea Plenaria, celebrada entre el 23 y el 27 de noviembre pasados en la Casa de la Iglesia, de la mano del presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y arzobispo de Mérida-Badajoz, monseñor Santiago García Aracil.
El objetivo de la Iglesia española al publicar esta declaración es "transmitir una palabra de aliento y de esperanza" y, a la vez, animar a los cristianos y a todos los hombres "a discernir el momento presente y a comprometerse con generosidad y solidaridad". Se trata, constatan, de una reflexión en el marco de su misión pastoral, un "juicio moral" para "encontrar el camino adecuado para su solución", por lo que no plantean "soluciones técnicas".